«En Bosnia yo encontré a tres corresponsales españoles que hicieron un gran esfuerzo por encontrar la verdad, Alfonso Armada, Ramón Lobo y Ricardo Ortega» (Juan Goytisolo)
17/02/2021@18:00:00
Cuenta Orhan Pamuk en las primeras páginas de su libro «Estambul. Ciudad y Recuerdos» (Editorial Mondadori) que le gustaba hablar de ese otro que era el mismo y se creaba así unos personajes, unas historias que le hayan llevado a ser lo que es hoy. Muchos periodistas hacen ese mismo trabajo, cuentan historias para como dice el dicho ya muy utilizado, estas no se vuelvan a repetir. Iniciamos está vez una conversación sobre periodismo que sucedió como las historias hace ya algún tiempo, RAFAGAS.
PLAZA DE GUIPUZCOA
Odio la hipocresía y la falsa humildad (y más cosas que no vienen a cuento). Tampoco es necesario ser tan explícito como Cristiano Ronaldo: “me envidian porque soy guapo, rico y buen futbolista”.
La noche anterior a la cita: angustia, hubo una tormenta a comienzos de la semana anterior y durante dos días los centros de vacunación permanecieron cerrados. Quizás aplacen la cita, pensé, y si la aplazan no se sabe por cuánto tiempo, y el virus campea por las ciudades de América.
PLAZA DE GUIPÚZCOA
Me pregunto cuándo coño se fue todo a tomar por saco. Ya no queda piedra sobre piedra. La aniquilación de las jerarquías, la mezcla de clases y esa perversa negación de la autoridad (estos sí que son negacionistas).
La época en la que vivió Sigmund Freud, autor de la teoría psicosexual, era habitual una fuerte represión del deseo sexual, sobre todo femenino. Esto hizo ver al psicoanalista, que existía una fuerte relación entre la neurosis y la represión sexual, por lo que era posible entender la naturaleza y la variedad de la enfermedad, al conocer la historia sexual de un paciente. La represión, fue el primer mecanismo que Freud descubrió y que hace referencia a que la mente borra eventos y pensamientos que son dolorosos si se mantienen en el nivel consciente.
Ante el panorama que se palpa con la mascarilla, el paisaje de esta España, desde un tiempo a esta parte el denominado Síndrome de Estocolmo, ha venido llenando el espacio en mi toma de conciencia hasta interrogarme
"¡Inteligencia!, dame el nombre exacto de las cosas!"
Juan Ramón Jiménez. Eternidades. (1918)
“En nuebe días del mes de Noviembre de mil quinientos cincuenta y ocho, bautizo el Rdo. señor Alonso Díaz Pajares un hijo de Blas de Cervantes Sabedra y de Catalina López que le puso nombre Miguel, fue su padrino de pila Melchor de Ortega acompañados Juan de Quirós y Francisco Almendros y sus mujeres de los dichos”.
Así reza la partida de bautismo de Miguel de Cervantes Saavedra que se conserva en la iglesia parroquial de Santa María la Mayor de Alcázar de San Juan.
Cuando dentro de dos o tres años se disipe esta infección, nuestro mundo será otro. No es ningún descubrimiento, pues le bastaría a cualquiera de ustedes con recordar que, durante aquellas guerras que se prolongaban unos cuantos lustros o en mitad del azote de aquellas otras legendarias pestes, surgieron costumbres que las sobrevivieron, bien por su depurada utilidad o bien porque no había otro remedio, tras el trastrueque de mundo que había dejado el colosal estrago.
FIRMA INVITADA
Por Eva Losada Casanova
Cuando hablo de la intencionalidad de la escritura, mi memoria regresa una y otra vez, como niño hambriento, a uno de los grandes personajes del escritor madrileño Luis Landero. Recuerdo como, a lo largo de la lectura de El guitarrista, este personaje se pasea por los rincones de su vida exclamando a los cuatro vientos que está escribiendo una novela, lo hace con una mezcla de altanería y desasosiego. ¡La novela del eterno novelista! Aquella que no solo nunca se acaba sino que comienza cien veces, quizá mil. La edad temprana es ese campo de cultivo en el que la romántica idea de ser escritores va y viene como una cometa. Colorida y libre. Queda muy bien hacer volar nuestra cometa mientras compartimos unas tapas en un bar o bajo un hipnótico y peligroso cielo estrellado. El problema es que llega un momento en el que ese trozo de tela se hace pequeño en un cielo limpio y azul o bien cae en picado y descompuesto a nuestros pies.
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Había quedado atrás la Córdoba Omeya y los tiempos que se avecinaban eran revueltos, tumultuosos e impredecibles en al-Andalus. Los almohades se oponían al poder almorávide y surgieron como un movimiento en contra de la relajación y de la corrupción en el poder de estos
«Oh dulce España, patria querida», Miguel de Cervantes Saavedra
La benemérita profesora titular, Margarita Cabrera Sánchez, de la Universidad de Córdoba, descubrió los diecinueve nuevos documentos históricos de mayor magnitud sobre el bachiller Juan Díaz de Torreblanca, esposo de Isabel Fernández, y sus familiares, residentes de la ciudad nativa del gran escritor romano de las obras de carácter moral, Lucio Anneo Seneca (4 a.C-65 d.C.).
Si la desolación no nos aplastase, este año deberíamos de encararlo como una espléndida celebración del cine español, pues ni más ni menos que se cumplen los centenarios de Luis García Berlanga y de Fernando Fernán Gómez…
«No se hallaba sobre mi mente como el cielo sobre la tierra o el aceite flotando sobre el agua, sino que estaba por encima de mí porque era mi creador y yo por debajo porque era su criatura» San Agustín, Confesiones, VII, 10.
PLAZA GUIPÚZCOA
Hasta un reloj parado acierta dos veces al día. Mucho acertar me parece si lo comparas con los protocolos de vacunación. Ya me extrañaba a mí que funcionara el sindiós de la cogobernanza. Ni de coña. Cómo va a funcionar si ni la RAE reconoce el término.
Los españoles somos los más felices de Europa. No es una “fake”, es una encuesta de Gallup Internacional, que es la madre de todas las encuestas. Para que te quejes de Tezanos y del CIS. El pobre Tezanos más que un falsario empedernido a sueldo, es un optimista.
Encontrarse solo no es renunciar al mundo. Vivimos en un momento en que nos ha gustado etiquetar todo aquello que realizamos y todas las personas sin excepción tenemos o tienen un título que llevan a gala en un momento o en otro. Es cierto que no podemos generalizar. Pero la vida de una persona surge como una distinción que hacemos entre la Vida y la Muerte. Esa vida es vivida con mayor o menor atención para al final acabar llegando a la Muerte. Nos apoyamos en escritores o en científicos que de alguna manera nos sirven o han servido para llevar mejor esa vida que realmente dentro de nosotros pensamos que estamos viviendo. ¿Es cierto?
FIRMA INVITADA
Por Margarita Melgar, autora de "El verano de nunca acabar"
A la gente le extraña muchísimo que Margarita Melgar seamos dos (Ana Sanz-Magallón y Montse Ganges), y que escribamos novelas. También escribimos guiones, pero esto no sorprende tanto: como espectadores ya sabemos que las películas son cosa de muchos. Pero como lectores, seguimos esperando que el autor sea esa Sherezade que se sienta a nuestro lado para susurrarnos solo a nosotros una historia, así que una novela escrita a cuatro manos suscita más preguntas. Por lo menos dos: cómo y por qué.
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