A continuación se mencionan algunas de las regiones y ciudades que más empeño ponen en seducir a los viajeros españoles y que acuden cada año al encuentro Mediatour que organiza Atout France en varias ciudades españolas. Todas ellas apuestan por la sostenibilidad, concepto imprescindible y de moda en el turismo, la cultura y, por supuesto, la gastronomía. Hay mucho donde elegir.
El Museo Granet de Aix-en-Provence presenta la exposición internacional “Cézanne en Jas de Bouffan” del 28 de junio al 12 de octubre de 2025. Jas de Bouffan es más que un hogar; es un laboratorio artístico donde Cézanne experimentó con su obra durante casi 40 años. La excepcional selección de cien pinturas, dibujos y acuarelas de la retrospectiva invita a sumergirse en la vida privada del artista ya descubrir su estrecho vínculo con la casa familiar, ofreciendo un recorrido temático que explora el trabajo que el artista realizó en la casa familiar en Aix-en-Provence entre 1860 y 1899. La mansión era más que un hogar; se convirtió en el estudio creativo de Cézanne, donde experimentó con las técnicas y los temas que se convertirían en su firma. La retrospectiva exhibe cien piezas que ilustran la gran influencia de la casa en su arte. Presenta los temas favoritos de Cézanne: paisajes provenzales, autorretratos, las famosas bañistas y bodegones al óleo y la acuarela. Entre las obras maestras de la exposición se incluyen las icónicas “Las cuatro estaciones: primavera, verano, otoño, invierno”, “La bañista y las rocas”, “Autorretrato delante de un fondo rosa”, “Los jugadores de cartas” y “Las bañistas”. La exposición muestra piezas prestadas por museos de renombre mundial de París, Nueva York, Tokio y Londres, y ofrece una visión fascinante de Cézanne, desde su juventud hasta sus mayores obras maestras. Pero, además de Cézanne, la ciudad tiene mucho que ofrecer, con un ambiente increíble, un entorno cercano y rico en cultura, naturaleza y gastronomía; una ciudad humana y con múltiples bares y restaurantes, actividades culturales, galerías de arte y monumentos, y el punto de partida ideal como campamento base para conocer Provenza. Las callesjuelas del centro poseen bonitos edificios del siglo XVII y XVIII y plazas por doquier, con numerosas fuentes. Librerías, tiendas de ropa, de artesanía, comercios variados pueblan todo el centro histórico.
Aviñón, ciudad de Papas, teatro y... vinos Pero no solo de cultura, teatro y arte vive el hombre y Aviñón ofrece lo mejor de la gastronomía provenzal y de los vinos. Muchos chefs trabajan con productos de la región y despliegan todo su talento dentro del respeto por las tradiciones culinarias. Aviñón, capital de Côtes-du-Rhône, también permite descubrir la calidad de sus variedades de uva y de sus muchas propiedades. El cultivo de la vid se practica en el valle del Ródano desde la antigüedad y se desarrolló en la margen izquierda del río en el siglo XIV, con el Estado Pontificio, y en la margen derecha en el siglo XVII, con el Reino de Francia. La denominación «Côtes du Rhône» nació en 1937. Define las reglas de producción y los caldos y Aviñón es su capital desde 1996. Coincidiendo con los días del Festival de Teatro, de las 19:00 a las 23:00, viticultores y bodegas del Ródano presentan al público una nueva selección de Côtes-du-Rhône y Côtes-du-Rhône Villages. También se pueden descubrir estos vinos de carácter en los numerosos restaurantes y vinotecas de la Ciudad Papal. Y si se quiere saber más, se pueden seguir las rutas turísticas de los Côtes du Rhône, de Aviñón a Vienne, al sur de Lyon, de Vaison-la-Romaine al Pont du Gard, pasando por el ineludible Châteauneuf-du-Pape para descubrir los terruños y sus vinos coloridos. Centro Val de Loire, triple aniversario El Valle del Loira es la tierra del Renacimiento francés, los Castillos del Loira, los personajes ilustres y el art de vivre, de esa época quedan fortalezas medievales, castillos reales, residencias renacentistas, catedrales, abadías... Esta profusión artística y arquitectónica tuvo lugar durante más de tres siglos seguidos y fraguó el llamado “art de vivre” francés. El Valle del Loira en la actualidad destaca por una tradición viva de navegación fluvial, mantenida por amantes de la naturaleza que disfrutan dando a conocer el Loira y sus afluentes (el Cher, el Indre y el Vienne) con toda su biodiversidad, compuesta por aves migratorias, castores, plantas salvajes y bancos de arena. En Sologne, Touraine y el Bosque de Orleans, el río, los lagos y los bosques componen un increíble paisaje que caracteriza el Valle del Loira, su historia y geografía. También más de 100 Castillos del Loira abiertos al público, la mayor concentración del mundo de castillos y palacios renacentistas. Unos 30 jardines turísticos, que van del clasicismo de los jardines renacentistas de Villandry hasta el vanguardismo de los jardines de Chaumont-sur-Loire. Y un sinfín de jardines creados por gente apasionada que disfruta compartiendo lo que mejor saben hacer. Por último, en 2025 se celebran los 15 años de la inscripción del “Repas gastronomique des Français” en la UNESCO, un reconocimiento que refleja perfectamente el espíritu y los valores del «jardín de Francia». Fruto del trabajo del Instituto Europeo de Historia y Culturas de la Alimentación de Tours (IEHCA), la comida gastronómica francesa se define como un momento de convivencia y celebración, basado en platos elaborados con productos locales. Los comensales practican el «buen comer» y el «buen beber», destacando la armonía entre los platos y los vinos, así como la importancia de la presentación de la mesa. Esta categoría busca proteger una costumbre socialmente arraigada: la convivencia, el disfrute del gusto, el compartir y el maridaje de los vinos y los productos de la tierra. Estos aniversarios, junto con el programa y los eventos organizados por la Región Centre-Val de Loire, serán una oportunidad para transmitir y desarrollar los valores humanistas del Valle del Loira, que la convierten en una tierra de Renacimiento. Luberon, cuando el tiempo se detiene En Francia, existen 174 pueblos con la etiqueta de «Los Pueblos Más Bonitos de Francia» (cifra de 2023). Siete de ellos se encuentran en la región de Vaucluse, de los cuales seis están en Luberon y en todos ellos el tiempo parece haber sido detenido y te invitan a sumergirte en la historia y en el apacible estilo de vida provenzal. Todos ellos están encaramados majestuosamente o enclavados en las laderas del famoso macizo del Luberon o los Montes de Vaucluse. Su excepcional ubicación, en el corazón de un paisaje idílico donde se entremezclan frondosos olivares, extensos viñedos, bosques mediterráneos y florecientes huertos frutales, les confiere un encanto incomparable. Inmersos en la belleza natural y la tranquilidad atemporal, estos pueblos donde cada rincón cuenta una historia y cada panorama invita a la contemplación. Cada pueblo ha conservado su casco histórico y su arquitectura. Allí se descubren encantadoras callesjuelas adoquinadas y jardines floridos, ruinas históricas e iglesias encaramadas que marcan el paisaje. Entre los cinco más bellos de Francia está Gordes, que es sin duda el más famoso de todos, ocupando un lugar especial en el Luberon, imponente, visible y alzándose con orgullo frente a un valle de viñedos. Hay que visitar las exposiciones de su castillo, las misteriosas cuevas del Palacio de Saint-Firmin y pasear por la hermosa Place Genty Pantaly. Lourmarin es pueblo de artistas y está animado todo el año. Alberga la Maison du Gibassier, una especialidad local. Destaca su castillo, la Fuente de las Tres Máscaras y su templo protestante. Ansouis, al sur del Luberon, es conocido por su gastronomía, su castillo aún habitado, sus jardines a la francesa y sus museos originales. Rosellón, un pueblo de colores llamativos, donde se puede visitar parte de las canteras de ocre situadas en las cercanías. Ménerbes, que ha atraído a numerosos artistas a lo largo de los siglos desde su afloramiento rocoso. Como en todas las regiones de Francia, la gastronomía y los productos tienen un papel destacado. Aquí se pueden disfrutar frutas y verduras, en particular tomates, calabacines, berenjenas, patatas pertuis, melón, cerezas, etc.; aceite de oliva, un producto estrella para mejorar todos los platos; hierbas y plantas aromáticas, más conocidas como hierbas de Provenza; miel, dulzura encarnada, simple o aromatizada con flores silvestres; trufa negra, ideal para realzar un plato común que al instante se vuelve más refinado; queso de cabra, y en particular el AOC Le Banon, madurado en hojas de castaño. Normandía, 1.000 años de historia En 2025 se celebra el Milenario de Caen ciudad portuaria de Francia y la capital del departamento de Calvados, en la región septentrional de Normandía. En 1025, la ciudad de «Cadomus» se menciona por primera vez en los archivos, marcando el comienzo de la historia de Caen, la ciudad, que prosperó bajo el reinado de Guillermo el Conquistador. Este acontecimiento pondrá de relieve 1.000 años de historia a través de una programación participativa, al mismo tiempo que mirará decididamente hacia el futuro. Numerosos actos, espectáculos, exposiciones y festivales jalonarán el año, revelando una ciudad audaz y optimista que combina pasado, presente y futuro. Mucho más que una simple celebración, el Milenario es un proyecto estructurador que valoriza el patrimonio poco conocido de Caen, movilizando los motores locales hacia la innovación y la creatividad de Caen. Cada año, Normandía celebra el aniversario del Desembarco de los Aliados en 1944. En 2025, el 81º aniversario marcará una transición simbólica, rindiendo homenaje a los veteranos y reforzando al mismo tiempo el compromiso internacional de preservar la memoria de este acontecimiento histórico. Ceremonias, recreaciones y el Festival del Día D marcan esta conmemoración dedicada a la paz y la libertad. Hablar de Normandía es hablar de Impresionismo, la región que constituye, junto con París y sus alrededores, el destino impresionista por excelencia, un movimiento pictórico que revolucionó la historia del arte, que nació en la región y todavía hoy en día es visible con claridad por todos sus rincones. Más que un viaje por la historia del arte, este destino propone vivir los instantes de felicidad que han inspirado a estos pintores. Viajar por la Normandía impresionista es pasar del cuadro a la sensación: contemplar las obras maestras de los pintores en museos excepcionales y experimentar las emociones que les inspiraron en el mismo lugar en el que colocaron sus caballetes a finales del siglo XIX. Pasear por estos parajes le permitirá desconectarse siguiendo los pasos de los impresionistas, los famosos Monet, Boudin, Renoir, Pissarro, Bonnard, Millet o Sisley, rodeados de paisajes urbanos evocadores o en plena naturaleza salvaje. Impregnarse de la felicidad de la época compartiendo una comida en el césped a orillas del río Sena o frente al mar. Occitania presume de sus cuatro universos El Mar: Hay que dirigirse, en cualquier época del año, a la costa mediterránea de Occitania. Las estaciones balnearias del Gard Camargue, Languedoc, Aude y la región catalana invitan a viajes fabulosos, a descubrir lo mejor del Mediterráneo: la belleza de las playas, la autenticidad de los puertos y pueblos pesqueros, la diversidad de deportes de tabla y actividades al aire libre en el interior. La Montaña: Se pueden reponer fuerzas en las montañas de Occitania, preservadas, auténticas y plurales. En el sur, a lo largo de la frontera española, los Pirineos se alzan a más de 3.000 m de altitud. Al este y al norte, el Macizo Central añade más relieve a Occitania, con el Aubrac y las Cevenas, cuyos montes se alzan a 1.000 y 1.500 metros de altitud. El Campo: Bajar el ritmo, disfrutar del tiempo libre, pasarse al modo slow... todo eso se puede encontrar, por ejemplo, en Gascuña, Les Corbières, Larzac o el valle del Dordoña. Y aprovechar para descubrir sus pueblos con carácter con un entorno excepcional: Rocamadour, Conques, Cordes-sur-Ciel, las Gargantas del Tarn... Las Ciudades: Hay que descubrir el ambiente, el encanto y el patrimonio de las principales ciudades de Occitania: Toulouse, la capital de la región, cálida, espontánea y apasionada, recibe en su entorno de ladrillos anaranjados, forjado por 2.000 años de historia. Grandes monumentos y lugares dedicados a la cultura aeronáutica y espacial se combinan con facilidad, y Montpellier, capital cultural y deportiva, en la que se celebran numerosos festivales y que está llena de estudiantes, que invita también a disfrutar de la fiesta. Estas ciudades, conocidas entre los franceses por su calidad de vida, figuran entre las capitales europeas del turismo urbano. También sorprenden las demás ciudades que cuentan con el sello Gran Sitio de Occitania Sur de Francia: Albi, Carcassonne, Auch, Perpiñán... Occitania es la primera región termal de Francia. Para hacer una cura o una estancia de fitness, se puede elegir entre 28 balnearios. Para un momento de relax y bienestar total, la región ofrece lo mejor con más de 30 spas termales. Entre tierra y mar, unos sabores inolvidables. En Occitania existe una larga y sólida tradición gastronómica que se basa en una maestría local excepcional y en unos productos nobles: el foie gras, la trufa negra, el Roquefort y, en el Mediterráneo, la ostra de Bouzigues, la aceituna Lucques del Languedoc, el arroz de Camarga o incluso la anchoa de Collioure. Occitania cuenta con más de 250 productos con sellos de calidad (DOC/DOP, Label Rouge, IGP, AB): desde el cordero del Quercy hasta la fresa de Nîmes pasando por el queso Pélardon de las Cevenas... Especialidades únicas como el cassoulet, de Castelnaudary, de Carcassonne o de Toulouse, se suman a los encantos culinarios de Occitania. En la montaña, está la sopa de col conocida como garbure y el dulce llamado millas en los Pirineos, el aligot en Aubrac, y ambas regiones comparten la tradición del pastel asado al espetón. La costa mediterránea iluminará el paladar de soleadas notas con la brandada de bacalao de Nîmes, la cargolada (parrillada de caracoles) o la gardiane (guiso) de toro. Y por supuesto, todo el mundo conoce la tielle (especie de torta redonda rellena de crustáceos) de Sète y la crema catalana. Perpiñán, “centro del mundo” Galardonada por el Ministerio de Cultura francés con los sellos de «Ciudad de arte y de historia» y «Arquitectura contemporánea remarcable», Perpiñán tiene un rico patrimonio histórico que sorprende por su densidad, su diversidad y su calidad. Dalí tiene un fuerte vínculo con Perpiñán, como muchos grandes artistas que han permanecido en la ciudad y dejaron su huella en su historia, como muestra el Museo de Bellas Artes Hyacinthe Rigaud, el famoso retratista de Perpiñán a Luis XIV. El museo alberga obras de Pablo Picasso, Aristide Maillol, Raoul Dufy y Jean Lurçat. Hay mucho que ver en Perpiñán, pero hay tres visitas que no hay que perderse: Le Castillet y el museo Casa Pairal, lo más destacado de este monumento es, sin duda, su cima, que ofrece una vista de 360 grados del centro de la ciudad e incluso más allá. Pero para hacer esto, ¡hay que subir 142 escalones!; el Hotel Pams, la joya del Art Nouveau de Perpiñán, la sobria fachada que da a la calle contrasta con el resto del edificio. La imponente escalera de ónix, mármol y estuco, al pie de la cual se encuentra una escultura de Raymond Sudre, decorada con pinturas de Paul Gervais, incluye numerosas representaciones femeninas, como Venus encaramada en la proa de un barco en el primer piso y Cibeles en el techo; El Palacio de los Reyes de Mallorca, ubicado en el corazón de Perpiñán, este soberbio palacio medieval fue durante casi un siglo (1276-1344) el centro del efímero Reino de Mallorca. Fue Jaime I, rey de Aragón, quien dividió su reino en dos, dejando como herencia a su hijo menor, Jaime II, el pequeño Reino de Mallorca, que incluía las Islas Baleares, los condados del Rosellón y la Cerdaña, y el señorío de Montpellier. Este palacio de estilo gótico, con su patio central, arcadas, capillas y hermosas salas repletas de magníficos tapices, reflejaba el esplendor de la época. Poitiers, del pasado medieval al futuro del siglo XXII en un instante Y a un paso, Futuroscope, ese lugar extraordinario donde lo real y lo imaginario se unen. Aquí, se puede llegar a Marte en montaña rusa o saltar dentro de un tornado para vivir emociones palpitantes. Embarcarse hacia un viaje increíble alrededor del mundo antes de bailar en los brazos de un robot. Desde junio hay la nueva atracción Misión Bermudas: a bordo de un barco en el que enfrentarse a fenómenos inexplicables antes del descenso final. Y para completar la visita, hay que sumergirse en Aquascope, el nuevo parque acuático, con tres mundos experienciales: el Espacio Sensaciones con 8 toboganes increíbles, el Espacio Inmersión donde nadar en un mundo fantástico y colorido de vídeo mapeo y el Espacio Infantil para los más pequeños. ¡Una experiencia acualúdica revolucionaria! Rennes, festivo y estudiantil Con sus numerosos bares y restaurantes de cocina local o exótica, sus tiendas de galletas y chocolates, y sus famosas crepes y galettes . Una visita obligada para los habitantes de Rennes es el famoso «Marché des Lices», uno de los mercados más importantes de Francia, donde, todos los sábados por la mañana, se pueden encontrar productos regionales, dulces típicos de la zona y productores de marisco. Por último, Rennes es también una ciudad verde, rodeada de agua y de espacios verdes, como el famoso «Parc du Thabor» y sus numerosos carriles para bicicletas que llevan hasta el Mont Saint-Michel. Rennes es el destino ideal para visitar los lugares legendarios de Bretaña: en menos de una hora desde Rennes se puede llegar a Saint-Malo y las playas de la Costa Esmeralda, en el corazón del mítico Bosque de Brocéliande, cuna de las leyendas artúricas, o frente al Mont Saint-Michel. Rennes se encuentra también en el cruce de las principales rutas ciclistas que atraviesan la región. Por su ubicación privilegiada, Rennes es el destino perfecto para descubrir todos los tesoros de Bretaña. Y, además, Mónaco, casi francés Visitar Mónaco es sinónimo de vivencias únicas. Sorprenden cada uno de sus rincones y sus vistas. Monaco-Ville, Montecarlo, Fontvieille o La Condamine son el escenario perfecto para unas maravillosas fotos de recuerdo. Sería impensable visitar el Principado sin pasar por Monaco-Ville. Hay que recorrer las estrechas y coloridas calles de lo que los lugareños también llaman «Le Rocher» y no olvidar adentrarse en los jardines Saint-Martin y Sainte-Barbe. A la sombra de los más bellos árboles mediterráneos emocionan las impresionantes vistas sobre el Mediterráneo. Tras detenerse a contemplar la vista sobre el puerto de Fontvieille, a la derecha se toma la Ruelle Sainte-Barbe para recorrer el paseo. Con el acantilado a los pies ya tan solo unos pasos del Palacio Príncipe, hay que dejarse encantar por su asombrosa tranquilidad. Dejando atrás el encanto del Rocher, la siguiente parada no puede ser otra que el Casino de Montecarlo. Descubra la nueva plaza de este emblemático lugar de Mónaco, flanqueada por el Hôtel de Paris y el Café de Paris. También se podrá admirar los heterogéneos rincones de este barrio, con los magníficos jardines La Petite Afrique y las tiendas del One Monte-Carlo que tampoco se puede perder. Cocina de lujo, cocinas del mundo, productos tradicionales, alimentación responsable. Restaurantes con estrellas, «brunches» con toques insólitos, terrazas «gourmet» o experiencias culinarias de firma local, responsable y sostenible... El tiempo se detiene al degustar platos que evocan los lugares más exóticos y que prometen un viaje excepcional al país que alberga sus sabores. En Mónaco, las exigencias de los más «gourmets» no se toman a la ligera, y las iniciativas gastronómicas para grandes y pequeños están a la orden del día en el corazón de este territorio. En pareja, en familia o con amigos, el Principado, rincón paradisíaco en el Mediterráneo, es el lugar ideal para vivir el presente y disfrutar de lo mejor de la gastronomía. Mónaco, como ningún otro. Llegar a todo en un salto con Air France Air France colabora con grandes chefs que promueven la excelencia francesa a bordo de sus cabinas La Première y Business y en sus salas VIP de los aeropuertos creando platos excepcionales. Air France reafirma así su papel de embajadora de la gastronomía y el saber hacer franceses en todo el mundo. La compañía se compromete a hacer descubrir a sus clientes la riqueza y la diversidad del patrimonio gastronómico francés con un enfoque más responsable, prefiriendo los productos frescos, locales y de temporada y ofreciendo sistemáticamente una opción vegetariana en todas sus cabinas de viaje. En la red de corto radio de Air France, que es la que afecta a los vuelos entre España y Francia, Michel Roth ha diseñado una nueva gama de sándwiches «de autor» para los clientes Business, que acompañan el servicio a bordo propuesto por la compañía y se adaptan a los tiempos de vuelos cortos. Pan rústico, buey mechado con mostaza, apio, manzana y curry suave, o un dúo de panes, queso de cabra cremoso, cebolla y chutney de cebollas con nueces: la oferta se renueva cada mes. En la red de medio radio, en la cabina Business, el chef elabora un plato frío para acompañar la comida ofrecida durante el vuelo. Snack de gambas, puerros fundidos o estofado de ternera, las recetas también se renuevan cada mes para deleite de los viajeros frecuentes.
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