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¡Cumpleaños feliz!
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¡Cumpleaños feliz!

¡CUMPLEAÑOS FELIZ!

Por Azucena del Valle
Para unos, celebrar su cumpleaños es algo triste, para otros alegre. Nos lo cuenta Azucena del Valle en ¡Cumpleaños feliz! Como dice un amigo mío, ¿quién pudiera celebrar siempre los 25 años? Ya nos gustaría, ahora tenemos más cumpleaños por detrás que por delante. Seguiremos el consejo de la escritora abulense y nos aplicaremos la doctrina Simeone.

- ¡Feliz cumpleaños, Puri!

- ¡Qué no tía, que yo no cumplo! Pero sí Maribego, Pedro, Blas y Maroto el de la moto.

- Pues a disfrutar de la celebración, ¿no te parece? ¿O te pone triste que vayan cayendo las hojas? Significa que es un tiempo que se ha vivido, disfrutado, sufrido… pasó y queda el recuerdo.

- Estamos ya en la cara “B” del disco, Vani. En el descuento. Canica…

- Pero como decía aquel, en la cara “B” sigue habiendo temazos y algunos superventas.

- Sí Vani, claro, pero nuevos, porque si piensas en los que sonaron y crees que te dicen cosas, te puede inundar la tristeza. Vamos a las canciones nuevas y no quiero pensar en la frase que me gustó tanto de Juan Ramón Lucas en la entrevista de hace unos días: cuando piensas que las canciones hablan de ti, es que estás instalado en la melancolía. Y ahora me parece que hasta las frases de las pelis me las están diciendo a la oreja.

- No jodas, tía. No eres tan importante como para apropiarte de todos los mensajes; que no eres siempre la prota, aunque te lo creas.

- Es que los guionistas se están superando con frases contundentes… o lapidarias sobre el amor, las relaciones, la vida. Y te tocan la fibra sensible a nada que lo pienses un poco.

- ¡Mira que eres cansina, bonita! Estábamos hablando de celebraciones y cumples y tú empiezas a dramar. Y eso que todavía no has comenzado con los villancicos, que ahí te quiero ver yo con las celebraciones que se avecinan. Ya tocaremos el tema, que no es moco de pavo.

- Y que lo digas, tía. Estuve comiendo con unas amigas y salió el tema. No veas qué cabreo tenía SusiChicle. Pero eso lo contaremos más adelante. Hoy vamos a celebrar lo bien que nos sientan los cumpleaños para seguir celebrando la vida. ¡Qué somos agradecidas, joder! ¡Cómo faraones!

- ¡Estás en todo! Según cuentan los historiadores, los primeros cumpleaños a celebrar fueron los de los faraones, en el antiguo Egipto allá por el año 3000 a.C., y no era precisamente por celebrar cuando nacían, sino la fecha en que fueron coronados. Menudo ego tenían y, luego, cuando pasaban a mejor vida se enterraban con los lujos y sirvientes que les habían acompañado en la vida terrenal. Para seguir la juerga. O mear y no echar gota.

- Me la pela, María Elena; a ellos les gustaba celebrar, y a mí aún mucho más, tía. No entiendo que haya gente que se ponga triste el día de su cumpleaños. ¡Encima que te hacen regalos, te cantan, hay brindis, banquete y demás pachangas! ¡Hay gente pa to, que decía el Gallo!

- Es que no profundizas, pequeño saltamontes. Según el psicólogo de la Universidad de Illinois en Chicago, Stewart Shankman, la depresión de cumpleaños se da porque se trata de una fecha que, si bien marca el inicio de un nuevo ciclo, de algún modo obliga a las personas a reflexionar sobre su identidad y lo que han logrado hasta el momento. Si haces balance y no has alcanzado la mayoría de las metas que te habías propuesto, te puedes hundir en la miseria al pensar que tu vida es un fracaso.

- ¡No me jodas, tía! Si te propones antes de los veinticinco tener casa, trabajo lindo y pareja, entiendo que al cumplir los veintiséis te vengas abajo, por eso hay que hacer planes a más largo plazo, por ejemplo, y nunca antes de los sesenta y cinco, un suponer. En ese momento tienes que tener claros tus propósitos en este orden: estar jubilado, tener pelas, bien el body y las tetas en su sitio, y tener un salgo. ¡Ahí lo dejo! Luego ya te plantearás ir al gym, aprender inglés, dejar de fumar y adelgazar, bonita.

- Lo que supone que no hay que asociar nunca el cumpleaños a ideas tristes, a eso de que si te haces mayor no podrás disfrutar…

- Te lo estoy diciendo, tía. ¡Quedan temazos, colega! Como dicen en la tierra de mi amiga Paula, ¡se vienen cositas! Cumplir años es el regalo de la vida regalándonos un poco más de tiempo para seguir sumando momentos de felicidad, para seguir juntando experiencias, aprendiendo y mejorando. Un proceso para asumir la propia edad y para aceptar todo cada vez un poquito mejor.

- ¡Y continuar en la espiral ascendente! ¿Recuentos? Los justos y los buenos. No mirar atrás ni para tomar impulso. Yo estoy con el Cholo, partido a partido se va andando el camino. Disfrutando cada día como si fuera el último. La vida es una gran aventura hasta el último hálito. Keep calm and dream (léase: mantente en calma y sueña).

- No cuentes los días, haz que los días cuenten.

- Como decía Henry Ford, Cuando todo parezca ir en tu contra, recuerda que el avión despega contra el viento.

- O Mario Benedetti: Sólo imagina lo precioso que puede ser arriesgarse y que todo salga bien.

- Pues me mola Robert F. Kennedy: Únicamente aquellos que se atreve a tener grandes fracasos, terminan consiguiendo grandes éxitos.

- Y si nos vamos más atrás, el de las gafillas, léase Quevedo, decía: El que pasa el tiempo arrepintiéndose del pasado, pierde el presente y arriesga el futuro.

- ¿Pero tenemos futuro? !Seguro que sí! Porque todo lo que siempre has querido está al otro lado del miedo, según Giovanni Boccaccio.

- ¡Pues a la mierda el miedo! Hoy sólo, sólo, sólo es hoy, sin importarnos lo que ocurrirá mañana… porque siempre es hoy y siempre amanece. Cada día es un regalo, ¡Cumplir o no cumplir”, that is the questión.

- ¿Y vamos a arriesgar el futuro ahora que sabemos que los torreznos son tan saludables como la lechuga?

- Joder, siempre lees las cosas a la mitad, pero ¡bienvenidos los torreznos de Ávila! ¡Qué no sólo existe Soria! Y la ternera del Valle Amblés, y el cochinillo, y las patatas meneas, y…

- Tía, no te vengas arriba, que no es tu cumple y ya celebraste con garbancito y le hiciste un cocidito. Todos los días no es fiesta.

- Ahí me has dao pero, ¿hacen unos torreznos de Paco con un buen tinto?

- Mejor que la lechuga, colega, mejor que la lechuga.

- Cien por cien, tía, cien por cien.

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