Escrita por David Koepp, uno de los guionistas más reputados de la industria hollywoodiense con trabajos en su haber como Jurassic Park o Misión imposible, la película nos regala una narrativa tensa y emotiva que mantiene al público en vilo sin saber cual va ser el próximo giro en la enrevesada trama. Con un reparto estelar encabezado por Cate Blanchett y Michael Fassbender, secundados por los no menos interesantes Tom Burke, Naomie Harris o Gustaf Skarsgard, y con una participación tan breve como estelar del siempre cautivador Pierce Brosnan. Confidencial combina la intriga de espionaje de la vieja escuela con una sensibilidad moderna, aunque su ritmo pausado y su ocasional ambigüedad narrativa pueden dejar a algunos espectadores con ganas de más acción y menos diálogo entre los participantes en el enredo.
La película se centra en Kathryn St. Jean (Cate Blanchett), una experimentada agente de inteligencia cuya lealtad se ve cuestionada al ser acusada de traición. El encargado de investigarla es nada más y nada menos que su marido, George Woodhouse (Michael Fassbender), un oficial de inteligencia dedicado pero conflictuado que se debate entre su amor por su cónyuge y el deber hacia su país. A medida que George profundiza en el meollo del asunto, se verá envuelto una peligrosa red de engaños, medias verdades y maniobras políticas, y por supuesto, y como debe ser en este tipo de producciones de intriga, con algún muerto de por medio que le va a complicar aún más las cosas.
Blanchett ofrece una actuación cautivadora, interpretando a Kathryn como una mujer enigmática pero con una gran carga emocional. Aporta una compleja mezcla de inteligencia, vulnerabilidad y a la vez es capaz de sentirse como una amenaza silenciosa, lo que hace que sea imposible determinar a quiénes pertenecen sus verdaderas lealtades. Fassbender es igualmente convincente como George, un hombre que lidia con la carga de su misión. Su conflicto interno es palpable, y sus interacciones con Blanchett crean una química electrizante en pantalla que eleva y de qué manera la carga emocional de la propuesta.
En cuanto a las tareas de dirección se refiere, comentar que Soderbergh exhibe plenamente su estilo caracterísitco, demostrando encontrarse en muy buen estado de forma tras su reciente estreno en cines de su peculiar inmersión en el fantástico con Presence: su cinematografía rebosa precisión y control, sazonada de una eficiente narrativa que confiere a su discurso una concesión con un gusto por el detalle casi quirúrgico. La paleta de colores apagados y la iluminación con abundantes sombras crean una atmósfera de paranoia, enfatizando la incertidumbre que impregna la investigación del protagonista. El montaje es preciso y deliberado, permitiendo que la tensión se desarrolle de manera lo suficinetmente orgánica.
El tema central sobre el que orbita el resto de asuntos incidentales es el de la fragilidad de la confianza, tanto en las relaciones personales como en materia de seguridad nacional. El matrimonio de George y Kathryn se convierte en una metáfora de los temas más amplios de lealtad y engaño que definen el espionaje. A medida que George descubre secretos sobre su esposa, se ve obligado a afrontar verdades incómodas sobre el mismo sistema al que ha dedicado su vida. Este tema se extiende al manejo que la película hace de las dinámicas de poder dentro de las agencias de inteligencia. Plantea preguntas sobre la corrupción institucional y la facilidad con la que los gobiernos manipulan a sus propios agentes en aras del interés nacional. La película no ofrece respuestas fáciles, dejando al público lidiando con los mismos dilemas morales que su protagonista.
Aunque como hemos dicho con anterioridad está meticulosamente elaborada, su ritmo pausado puede poner a prueba la paciencia de algunos espectadores. La película prioriza la atmósfera y el desarrollo de los personajes sobre la acción, lo que aumenta la tensión, pero en ocasiones la ralentiza, caso de esas conversaciones a pie de barca de pesca en las que parece que se les ha parado el reloj, en aras de enfatizar los flecos donde puede que se esconda alguna que otra verdad intuída. Algunas subtramas, en particular las que involucran a personajes menos importantes, parecen poco desarrolladas, dejando un poco una sensación de potencial sin explotar. Además, hay que tener en cuenta que la película se basa en la idea de que no todas las preguntas tienen respuestas definitivas, lo cual, si bien temáticamente apropiado, podría no satisfacer a quienes buscan un final más tradicional de thriller de espías.
En defintiva, Confidencial es un thriller de espías inteligente, elegante y bien interpretado que destaca por su profundidad psicológica y tensión narrativa. No hay explosivas secuencias de acción, pero sí que plantea cuestiones sobre la confianza, el deber y el coste personal del espionaje.