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Mario Escobar
Mario Escobar (Foto: cedida por el autor)

Entrevista a Mario Escobar: “La literatura debe ir en función de la historia”

Autor de “El espejo de las almas”
Por Javier Velasco Oliaga
domingo 13 de septiembre de 2020, 11:10h

Mario Escobar es un caso atípico en la literatura española. Vende más ejemplares de sus libros en el extranjero que en España y uno de los pocos que sus obras son traducidas regularmente al inglés, además de a otros idiomas europeos. Ahora, publica el thriller histórico, “El espejo de las almas”, sobre unos crímenes sucedidos en un beaterio de las beguinas en Lovaina a comienzos del siglo XIV.

Mario Escobar
Mario Escobar (Foto: cedida por el autor)

De su anterior libro “Canción de cuna” ha vendido la friolera de 100.000 ejemplares en inglés y su traducción al polaco supera los 150.000, por lo que le han dado el premio al libro más vendido del año pasado en Polonia. También sus ventas son fuertes en idiomas como el italiano, el húngaro, el checo o el flamenco. Sus libros son editados en España por las editoriales HarperCollins y Ediciones B –algo que en el mundo anglosajón es muy normal y aquí algo excepcional- y en Estados Unidos por el Grupo Nelson. Aparte de los libros que se autopublica en Amazon. También, últimamente varios de sus obras han sido editados en audio libros por Storytell.

La génesis de “El espejo del alma” se produjo en un viaje familiar en el verano de 2019 por tierras de Bélgica y Holanda. Llegaron hasta la monumental Brujas y su mujer le contó la historia de las beguinas; que eran parecidas a las monjas, pero sin tomar los hábitos. Hay por aquellas tierras varios beaterios muy conocidos, después de visitar el de Brujas se acercaron a Lovaina, y la fachada del ayuntamiento y el centro del pueblo les encantaron. “Era como un pequeño Oxford, pero de unas 200 ó 300 casas. En dicho beaterio, a comienzos del siglo XIV, vivía un grupo de mujeres independientes que realizaban una magnífica labor social”, nos cuenta Mario Escobar. Y con tanto énfasis como el mismísimo Arquímedes cuando dijo aquello de ¡Eureka, lo encontré! dijo: “aquí hay una novela”. Y no sólo una, sino que espera hacer una trilogía sobre las beguinas en distintos lugares de Europa. Por ello, dejó un libro aparcado que estaba redactando y se puso a escribir sobre esas extraordinarias mujeres que darían el nombre a las beatas.

Mario Escobar reconoce en nuestra charla que “me he criado en el mundo del cine, por eso mi literatura es de tipo thriller, con capítulos cortos y ágiles que tienen giros constantes y situaciones extremas, alternando con otros capítulos más reflexivos. Mis últimos libros tienen más pasajes de este tipo. Siempre he creído que la literatura debe ir en función de la historia. Muchos autores dan más importancia al lenguaje o a la forma estructural y se olvidan de la trama. Yo no soy de esos”.

En la actualidad, opina el autor, que “hay un deseo de encontrar la verdad y la única manera de hacerlo es llegar al origen de nuestra historia. Ya hay muchos escritores que empiezan a dar luz a esa oscuridad en la que vivimos. Los filósofos de la antigüedad construían a un hombre diferente, daban mucha importancia al alma, todo lo contrario de lo que pasa hoy en día. La sociedad es demasiado materialista y superficial. Por eso, que quería que mi libro fuese la entrada para conocer a los escritores clásicos. En los últimos años se ha descuidado el alma en la educación. Ha habido una reduccionismo de la vida”.

“Si me descubro a mí mismo, descubro el mundo”

Mario Escobar se muestra en desacuerdo con los parámetros que rigen el mundo actual, de ahí que crea que “existe una verdadera razón para revelarse”. Por eso, sostiene que lo primero que hay que hacer es conocerse a uno mismo. “Si me descubro a mí mismo, descubro el mundo. Hay muchas cosas que aprender, pero hay que empezar por uno mismo. Todos buscamos la verdad”, afirma con convicción.

Su novela “El espejo de las almas”, es deudora de “El hombre de la rosa”, sin que se parezca en nada. Sí, en que los dos protagonistas, maestro y alumno, emprenden una investigación criminal insólita en plena Edad Media. Sólo que en el caso de Escobar las protagonistas son mujeres. “Crecí en un mundo de mujeres y quería dar otra vuelta de tuerca a mí admirado Umberto Eco, que supo unir erudición y conocimiento con entretenimiento. En mi caso, quería descubrir ese mundo medieval desde los ojos de una mujer, de ahí que la narradora fuese una de esas mujeres beguinas. Para mí es un honor ponerse en la piel de una mujer y ver las cosas desde la feminidad”, razona de forma certera.

Hay muchas similitudes entre el siglo XIV y el actual. Ambos son tiempos de crisis

También considera que “la mujer no estaba tan dominada psicológicamente en la Edad Media como creemos. Todos nos hemos criado en un mundo de mujeres que, al final y al cabo, es un mundo de amor. A veces, es traumático salir de ese mundo femenino para los hombres”.

Para el escritor, “hay muchas similitudes entre el siglo XIV y el actual. Ambos son tiempos de crisis. La peste vació las ciudades en aquel siglo y ahora con la pandemia vuelve a ocurrir lo mismo”. También cree que “en la Edad Media hubo demasiado dogmatismo. La Iglesia se convirtió en el poder único, lo ejerció de una manera muy opresiva. Por eso, he querido fijarme en esas mujeres que quisieron romper el pensamiento único, lo mismo está sucediendo en estos tiempos. El siglo XXI se está convirtiendo en el más dogmático de la historia. Contra eso, hay que fomentar la libertad de pensamiento, ya que la política se está convirtiendo en una religión, demasiado dogmática”.

Al autor de numerosos bestsellers le parece que “la generación actual es muy intolerante, hay demasiados extremismos y eso conduce a la confrontación y, después llegará la ruptura, algo similar a lo que ocurrió en los años 30 del siglo pasado” y añade “ahora los líderes son muy populistas, como en el caso de USA o Rusia”. Quizá por eso, sus novelas no suelen gustar a los extremistas. “Me atacan de la derecha y de la izquierda, eso quiere decir que he dado en el clavo”, asevera con énfasis.

La diferencia entre las monjas y las beguinas radicaba, principalmente, en una cuestión económica. “Para entrar en un monasterio, la familia de la religiosa tenía que aportar una sustanciosa dote, al fin y al cabo se casaban con Dios. Con las beguinas no ocurría eso, ya que seguían viviendo en la sociedad, pero sin someterse a la autoridad masculina de la Iglesia”, explica Mario Escobar. Quiere señalar que “esas mujeres eran muy cultas y sabían leer la mayoría de ellas. Además, fueron las primeras mujeres en empezar a escribir libros y a iluminarlos –pintar los grabados-”, detalla. De ahí que el movimiento se hiciese global. De ahí que ya tenga pensado continuar con el tema para contar cómo vivían las beguinas en otros países europeos. “Incluso llegaron al norte de la Península Ibérica”, remacha.

En cuanto a su forma de escribir, él se define como “un escritor de estilo muy natural. Busco el interés del lector y, a veces, utilizó recursos de las series de televisión -como hemos señalado más arriba-. Hay que hacer atractivo el estilo del libro. Por eso, alterno capítulos que dan sensación de aceleración y otros más reflexivos. La verdadera libertad está en el servicio a los demás. Y un libro tiene que estar al servicio del lector”, concluye Mario Escobar que nos deja con las ganas de seguir leyendo sobre esas mujeres tan excepcionales como fueron las beguinas, que tengo que reconocer en mi ignorancia que no había oido hablar de ellas.

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