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Pepe Mujika
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Pepe Mujika

A Pepe Mujica

miércoles 14 de mayo de 2025, 10:10h
Nada hace pesar tanto el corazón como la muerte de un hombre justo. Ahora, cuando se trata de un exgobernante, se le suma el dolor y el desconsuelo.

Hay tan pocos gobernantes que como Pepe Mujica entren al gobierno y salgan tan pobres como entraron, que salgan sin la intención de perpetuarse en el poder, que gobiernen para los desposeídos, que luchen contra la pobreza y aquellos que la causan, que, siendo ellos dignos y justos, luchen por la dignidad del ser humano y la justicia social.

La humildad acompañó al hombre justo, y no podía ser de otra forma, no lloró sobre el pasado, luchó para que ese pasado no se repitiera, y fue feliz.

Cuán pocos gobernantes, o exgobernantes son felices y pueden dormir con la conciencia tranquila sabiendo que no se enriquecieron durante su gobierno y que no continúan enriqueciéndose tras abandonar el poder, que pueden decir, goberné para los desposeídos, para los olvidados, para los despreciados, para los huérfanos de fortuna.

Goberné para la mujer abusada, para aquel al que le niegan el derecho a ser quién es, a proclamar su sexualidad, para aquella que le niegan el derecho a decidir sobre su cuerpo.

Goberné, no en busca de halagos, o de brillar en las reuniones de los poderosos, goberné para denunciar el costo de los brillos en las reuniones de los poderosos y abracé a quien servía.

No son los años de cárcel, la tortura, los atentados contra su vida, los ataques de sus enemigos lo que quedará en la historia, será la sonrisa bonachona, el abrazo a quien lo necesitaba, el irse sonriendo con la tranquilidad de que fue un hombre justo y como tal luchó por la justicia.

¡Cuántos Pepe Mujica hacen falta en este mundo!

Hoy, tras su muerte, muchos intentarán apropiarse de su memoria, alguno publicará una foto deslavada, otro se reclamará su discípulo, otro dirá conocerlo, alguno preparará frente a un espejo un discurso que lo haga brillar.

Hoy tras su muerte un campesino labrará la tierra con el mismo amor que las manos de Pepe Mujica cultivaron el surco, el fruto y lo llevó a alimentar su pueblo.

Por Pepe Mujica, un grito de rebeldía.

Gustavo Gac-Artigas. Poeta, novelista, dramaturgo y hombre de teatro chileno. Miembro del PEN Chile, PEN América y correspondiente de la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE).
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