Existen recuerdos que son tan bellos que resulta difícil despedirse de ellos, mientras que otros son tan dolorosos que es complicado conservarlos a nuestro lado. La protagonista de esta novela, Ada Lovelace, se presenta ante el mundo como una estrella en ascenso, cautivando al público con su voz y su magnetismo. Sin embargo, tras las luces y los aplausos, existe un secreto familiar que la ha influenciado profundamente: un elixir capaz de eliminar cualquier recuerdo doloroso. Esta herramienta, poderosa, peligrosa y adictiva, ha dejado su huella en las mujeres de su linaje a lo largo de generaciones. A un autor que, hasta ahora, se ha dedicado con éxito a escribir libros para adolescentes ¿le cuesta comenzar su primera novela para adultos sin empezarla por esta etapa en la que se mantienen las ilusiones intactas? Mentiría si no te dijera que da igual la novela a la que me enfrente: siempre me cuesta muchísimo pensar por donde comenzarla. En este caso, me interesaba mucho que, aunque el marco de la historia principal transcurre cuando ellos son adultos, se viera todo su viaje desde que se conocen en la adolescencia porque también es en esa época cuando sucede el detonante que transformará la vida de Ada, la protagonista, y en consecuencia la de René. Si bien es cierto que al inicio de la historia son jóvenes, la manera en la que me acerco a esa adolescencia es distinta a como lo he hecho en mi obra anteriormente, con una visión más reflexiva y madura. He aprendido mucho de este proceso y espero también aplicar parte de estos nuevos conocimientos a futuros libros para jóvenes que escriba en paralelo a los de adultos y a los infantiles. ¿Cuánto hay de Javier Ruescas en el personaje de René? La verdad es que tiene mucho de mí: cuando decidí ambientar su mundo en torno a El Escorial, mi pueblo natal, hubo muchas piezas de mi propia experiencia que encajaron: las amistades, el propio lugar, el misterio alrededor del monasterio, mi experiencia yendo y viniendo a la ciudad… Sin embargo, ese amor por Ada que en ocasiones roza lo obsesivo es algo que he tenido que trabajar desde fuera para llegar a entenderlo sin haber pasado por algo así y por eso he disfrutado tanto de su viaje. Afirma que le gusta escribir sobre lo que le obsesiona o le da miedo. ¿cómo ha vivido esta historia mientras la escribía? No ha sido un proceso fácil ni cómodo. Hablar sobre el olvido, el perdón, la culpa son temas que me resultan complicados porque uno debe pensar mucho en cómo le han afectado según qué momentos de su vida y eso no siempre es agradable. Aparte, el año pasado a nivel personal fue un poco difícil y sé que parte de ese aprendizaje, de esa pena, pero también de ese resurgir que viví se filtró a la novela y la impregnó de algo especial a lo que puedo mirar en paz. Con los años, los recuerdos construyen una historia que no siempre es como la vivimos, pero que nos ayuda a reconstruirnos y seguir adelante con menos dolor. ¿Es mejor olvidar o dejar que funcione la memoria selectiva? Yo creo que es mejor que funcione la memoria selectiva en la mayoría de casos, pero no vendría de más olvidar otras tantas veces. ¿Hay algo peor que una vida sin recuerdos? ¿Sin raíces que nos hablen de dónde venimos o cómo hemos llegado a ser como somos? Creo que una vida llena de recuerdos dolorosos no debe de ser fácil de sobrellevar. Yo por suerte no tengo una así y la mía está cargada de momentos especiales e incluso los más duros me han convertido en quien soy. Pero soy consciente de la suerte que he tenido incluso en las ocasiones más tristes. ¿Cómo surge una novela tan especial? ¿Cuál fue el detonante para hablar de la memoria a través de Ada? La tuve en mi cabeza mucho tiempo, años, hasta que me decidí a contarla. Primero quise hablar sobre lo opuesto: la capacidad de algunas personas de no olvidar nada nunca, pero luego me obsesioné con lo contrario: ¿qué pasaría si alguien fuera adicto a olvidar? ¿Cómo conservaría sus recuerdos? ¿Cómo lo viviría alguien que le ama? Y así surgió el libro. ¿Le gusta crear personajes rotos?... ¿para luego recomponerlos? Me gusta crear personajes lo más reales posibles, y creo que todos estamos un poco rotos y buscamos (dentro de nosotros y a veces fuera) recomponernos para seguir adelante. ¿Fantasía o realidad? ¿Es posible que la realidad no pueda existir sin unas dosis de fantasía? Me gusta esa reflexión: creo que todo tiene algo de mágico, pero en esta novela quería que realmente hubiera un elemento que no tuviera explicación para jugar desde ahí: un elixir capaz de borrar la memoria como lo hace el río Leteo según la mitología griega y enfrentar así a los personajes y a los lectores a ello. ¿A qué ha ayudado "El día que te olvide" al autor? Un aprendizaje importante que se lleva… Pues he reflexionado sobre que, si bien el elixir es un elemento inventado, en el día a día tenemos algo similar que puede funcionarnos parecido y es el perdón. Cuando perdonamos hacemos las paces con recuerdos nuestros y de otros que nos pesan y que nos hacen daño, y aunque no desaparecen, se vuelven más fáciles de cargar. ¿A quién dirige su obra? ¿Qué reflexión importante deja a sus lectores? Realmente va a quien quiera leer una historia de amor, culpa, perdón y fama con un leve toque fantástico, pero muy anclado a la realidad. Cada uno se llevará una reflexión, pero imagino que una de las principales tendrá que ver con el hecho de olvidar (o no) y con el peligro de volvernos adictos a según qué personas.
¿A qué da más importancia a la hora de escribir?, ¿al ritmo, a la trama, a los diálogos, a los personajes…? En general, a todo por igual, pero me centro mucho en los personajes y en el ritmo. Me gusta que mis lectores quieran seguir leyendo hasta el final. ¿El estilo que lo ha caracterizado hasta ahora, cree que se refleja bien en esta novela? Yo creo que sí: quienes han crecido con mis libros pueden estar tranquilos, seguirán encontrándome en todas esas líneas con algo más de madurez que ofrecen el tiempo y el oficio. ¿Se puede escribir una buena novela sin una historia de amor, entrega y dolor que la sustente? Yo creo que depende de cada historia, pero a mí me cuesta mucho no contar una historia de amor en todas ellas y muchas veces el dolor, a un mayor o menor nivel, va de la mano, incluso en las mejores comedias. ¿Seguirá haciendo las delicias de los lectores adolescentes o ya se dedicará a un público más mayor? Seguiré escribiendo para adolescentes, seguiré escribiendo para niños, como llevo haciendo los últimos años y espero tener grandes historias para escribir también para adultos. Puedes comprar el libro en:
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