A modo de recapitulación: el tema del “carpe diem” (tempus fugit) del Renacimiento (Garcilaso de la Vega y Fernando de Herrera) al Barroco (Luis de Góngora)Circula por Internet un trabajo sin firma titulado “El carpe diem en tres sonetos: Renacimiento, Manierismo y Barroco”. Sabemos que tiene su origen en el CEPA (Centro Público de Educación de Personas Adultas) de Paracuellos del Jarama (dependiente de la Comunidad de Madrid, y que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento). https://paracuellosmayores25grado.files.wordpress.com/2013/11/el-carpe-diem-en-tres-sonetos.pdf Creemos hacer justicia a su anónimo autor si recopilamos textualmente algunas de sus observaciones -de profundo calado didáctico- emanadas de la comparación de tres sonetos sobre el tema del “carpe diem” compuestos, respectivamente, por Garcilaso de la Vega, Fernando de Herrera y Luis de Góngora. Hemos organizado la información -tomada de aquí y de allá -pues el trabajo consta de 17 páginas- en la forma que hemos creído conveniente, eliminando intencionadamente los comentarios estilístico-lingüisticos, que dejamos para el lector.
En este soneto estamos ante una prosopografía (descripción de los rasgos físicos de una persona) muy idealizada de una dama, de la que se resalta su hermosura juvenil, a la vez que se le exhorta a que la disfrute y viva intensamente la juventud antes de que le llegue la vejez.
Fernando de Herrera
Frente al soneto de Garcilaso, en el de Fernando de Herrera el “carpe diem” tiene la particularidad de que el amor y otras cualidades humanas como la virtud, la inteligencia o la nobleza perduran pese al paso del tiempo y el deterioro físico que se experimenta con el mismo. A dichas cualidades les falta sentimiento. Es un soneto manierista, porque en la forma utiliza los mismos recursos del Renacimiento y del Barroco (metáforas, epítetos, hipérbatos, encabalgamientos, hipérboles, antítesis y demás elementos ornamentales), pero no se denotan ni el equilibrio del primero ni las inquietudes anímicas del segundo. Predomina lo artístico.
FERNANDO DE HERRERA
Luis de Góngora
En estos versos, al igual que en los anteriores se trata el tema del carpe diem, pero ahora se remoza de no pocas connotaciones pesimistas y fúnebres. De la alegría de Garcilaso dominada por la impronta pagana del Renacimiento que invita a gozar de la vida terrena antes de que se acabe, hemos pasado al Manierismo de Herrera, en el que la estética se impone al sentimiento; y hemos concluido con el soneto de Góngora en donde los goces de la vida, la belleza y la juventud apenas si valen porque se acaban.
LUIS DE GÓNGORA
Retrato pintado por Velázquez y conservado en el Museo
de Bellas Artes de Boston. Noticias relacionadas+ 0 comentarios
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