Nuestro poema de cada día
Carmen Conde Abellán (1907-1996) -conocida en el ámbito de literario con los pseudónimos de Florentina del Mar -para las obras de carácter infantil y juvenil-, y de Magdalena Noguera para obras de contenido religioso-, dedicó su vida por entero a la creación literaria, que resulta muy voluminosa, cultivando diferentes géneros: la novela, el cuento breve, el teatro tanto infantil y juvenil como para adultos-, la poesía...
Nuestro poema de cada día
Ramón Valle Peña (Ramón María del Valle-Inclán) nació en Villanueva de Arosa (Pontevedra), en 1886; y murió en Santiago de Compostela, en 1936. Novelista, poeta y escritor dramático. A la etapa modernista pertenecen las cuatro Sonatas -Sonata de Otoño, Sonata de Invierno, Sonata de Primavera y Sonata de Estío-, así como las Comedias Bárbaras y el libro de poemas Aromas de leyenda. Progresivamente, Valle-Inclán se aparta del estilo modernista y crea una prosa enormemente expresiva con la que deforma y degrada la realidad con terrible ironía y mordacidad. A este etapa corresponde Tirano Banderas (1926), y otros esperpentos como El Ruedo Ibérico, tres novelas que son una sártira caricaturesca de la realidad nacional en los tiempos de Isabel II, hecha desde la vertiente de un corrosivo humor.
Nuestro poema de cada día
José de Espronceda, sin duda el más alto representante de la poesía romántica española, lleva a su propia vida -borrascosa, turbulenta y dinámica- el espíritu que caracteriza al Romanticismo: juventud agitada, ideas revolucionarias por las que estuvo preso en varias ocasiones, amores desordenados -con Teresa Mancha, antes y después de casada- que producen en el poeta una profunda sensación de desengaño, el deseo incontenible de afirmar su propia personalidad.
Nuestro poema de cada día
Gustavo Adolfo Bécquer es, probablemente, el primer lírico de su siglo. Su voz, sencilla y directa, está transida de los más hondos sentimientos del alma: alegría, desconsuelo, soledad, hastío, angustia, dolor...; y así puede comprobarse en sus Rimas, muchas de las cuales están inspiradas por Julia Espín, bellísima mujer de la que el poeta estuvo silenciosamente enamorado (Casta Esteban fue la esposa real, de la que acabó separándose). Cuando el Romanticismo se daba ya por liquidado, aparece, pues, un lírico íntimo y confidencial, -circunstancia relacionada tal vez con su temperamento enfermizo, minado por la tuberculosis-, alejado de la altisonante retórica, del colorido brillante y de la estruendosa sonoridad tan del gusto, por ejemplo, de Espronceda, más sugestionado por la belleza plástica.
Nuestro poema de cada día
Aunque su infancia transcurrió en Málaga, Vicente Aleixandre vivió en Madrid -que fue su lugar habitual de residencia- desde 1909. En 1925, una grave dolencia -tuberculosis renal que traería como consecuencia, en 1932, la extirpación de un riñón- le aleja de cualquier actividad profesional o social y le fuerza a llevar una vida de reposo y cuidados clínicos que favorecerá su dedicación por entero a la poesía, al convertir el placer de escribir en auténtica necesidad.
Nuestro poema de cada día
La figura humana y la obra literaria de Gerardo Diego son extraordinariamente versátiles: poeta, profesor, critico literario, articulista en la prensa diaria, musicólogo, pianista, pintor...; y autor de cuarenta libros poéticos originales que le convierten en una de las figuras más destacadas de la poesía del siglo XX.
Nuestro poema de cada día
No hace falta poseer la sensibilidad de un educador para percatarse de la belleza conceptual y poética que encierra este poema. Y antes de entrar en su comentario, es preciso deshacer un error que circula en medios digitales e impresos, incluso en el propio ámbito editorial educativo: Gabriel Celaya no escribió este poema (no figura en ninguna de sus obras, ni aparece como poema suelto en revistas conocidas), muy alejado de su “prosaísmio poético”, sino el Hermano de las Escuelas Cristiana Fermín Gaínza.
|
Nuestro poema de cada día
Juan Meléndez Valdés nació en Ribera del Fresco (Badajoz), en 1754. En la universidad de Salamanca estudió Derecho y Humanidades, y en esa ciudad entró en contacto principalmente con Cadalso y Jovellanos -del grupo que constituía la que se ha llamado escuela salmantina, que tanto habría de influir en su pensamiento-.
Rosalía de Castro resucitó el cultivo del gallego con su obra Cantares gallegos (Vigo, Imprenta de Juan Compañel, 1863). Su segundo y último libro escrito en versos gallegos lleva por título Follas novas (Madrid, La Ilustración Gallega y Asturiana, 1880), compuesto en la localidad vallisoletana de Simancas, donde entonces residía junto a su marido Manuel Murguía -con el que se había casado en 1858-, porque había sido nombrado Director del Archivo General de Reino de España, ubicado en esa localidad castellana.
Nuestro poema de cada día
Pedro Salinas es, por encima de cualquier otra actividad intelectual -profesor con verdadera vocación de enseñanza, novelista, dramaturgo, crítico literario y ensayista-, y dentro de la Generación del 27, el gran poeta del amor.
Nuestro poema de cada día
El malagueño Salvador Rueda fue, además de periodista y autor de cuentos, un prolífico poeta, que empezó su trayectoria poética apuntando muchas concomitancias con el Modernismo que llegaba a España impulsado por Rubén Darío. De hecho, a Rueda se le considera un precursor de este movimiento de renovación poética: los ritmos marcados en busca de la musicalidad, la introducción de las impresiones sensoriales para dotar a los poemas de musicalidad y colorido, la brillantez en las descripciones paisajísticas que revalorizan la Naturaleza (en especial la de la geografía meridional andaluza…; todo ello eran novedades que sacaban de su apatía a la literatura finisecular decimonónica.
Nuestro poema de cada día
Dámaso Alonso fue catedrático de la Universidad de Valencia y de la de Madrid, en la que desempeñó, desde la jubilación de Menéndez Pidal -de quien fue discípulo y colaborador- y hasta 1968, la cátedra de Filología Románica. Ese mismo año fue elegido Presidente de la Real Academia Española.
Nuestro poema de cada día
La producción poética de Luis Cernuda está recogida en La realidad y el deseo (1936). En las sucesivas ediciones ampliadas, este mismo título ha ido acogiendo los diferentes libros de poesía compuestos por Cernuda a lo largo de su vida; título que, por lo demás, condensa el tema central de su poesía: una dolorosa oposición entre las aspiraciones del escritor y el entorno -vital, social, etc.- circundante; conflicto agravado por su personalidad inconformista -el propio Cernuda admite ser un “inadaptado”, en desacuerdo con el mundo.
Nuestro poema de cada día
La producción poética de Jorge Guillén está distribuida en cinco series -Cántico, Clamor, Homenaje, Y otros poemas, Final-, y lleva el título genérico de Aire Nuestro. Y si Cántico -en su versión definitiva, de 1950, con 334 composiciones-, subtitulado Fe de vida, es una entusiasta exaltación de la perfección del Universo -“El mundo está bien hecho”, dice Guillén-, una exclamación gozosa ante el maravilloso espectáculo de la realidad terrestre, los poemas de Clamor -obra editada en Buenos Aires, y compuesta por Maremágnum (1957), Que van a dar en la mar (1960) y A la altura de las circunstancias (1963), y subtitulada Tiempo de historia-, son, en cambio, un grito de protesta ante las dolorosas realidades de nuestro tiempo: guerras, dictaduras, injusticias, negocio, tiranía, muerte, explotación, etc. -“El mundo del hombre está mal hecho”, dice ahora Guillén-.
|