PIERROT LUNAIRE: El don de la voz

Por Alberto Morate

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viernes 23 de febrero de 2024, 15:14h

La belleza es un don. Y Narciso la tiene. Pero no disfruta de ella. Porque está enamorado de sí mismo y no puede complacerse.

Así comienza, como prólogo, la ópera teatral de Arnold Schönberg con texto de Albert Giraud y Ovidio, Pierrot Lunaire, que se representa, bajo el auspicio del Teatro Real y el Gran Teatre del Liceu, en el Teatro La Abadía. Ese texto de Narciso donde se concentra la energía del ser humano iluminado en su cuerpo, hecho carne, don de la belleza, don de la soledad también, espejo encendido del que no puede resurgir.

Y después comienza Pierrot, mientras habla cantando o viceversa, en el estilo Sprechstimme, técnica vocal al que acompaña con gestos y los instrumentos, flauta, clarinete, viola y violín, violoncello, piano, para dar alas a los sueños, despertar a la luna, Pierrot Lunaire, para conocer el porvenir.

Le da vida y forma Xavier Sabata que se dirige a sí mismo, aunque en la dirección musical se halla Jordi Francés. Asistimos a un don, el del arte escénico y musical, el de la poesía y el concepto de sufrimiento, el de la emoción que quiere esconderse y mostrarse al mismo tiempo.

Pierrot no sabe dónde buscarse y Narciso dónde encontrarse. Ambos habitan las moradas del olvido. Amor, necesidad del otro, sexo, campos de batalla para propiciar un encuentro sin tiempo, donde la historia debería quedar purificada.

Aquí no hay vencedores ni vencidos, es una guerra donde hay que aprender a amar, incluso abriendo las distancias.

Pierrot, y Narciso, no saben dónde encontrarse, huyen del silencio y de la máscara, quieren ser próximos, comprenderse en la luz de la luna, sentirse frente a un espejo aunque no tengan, para nada, la misma imagen.

Xavier Sabata envuelve este encuentro, pronuncia cada verso de Albert Giraud en ese modelo atonal que transporta de las palabras a la musicalidad sin prever qué sucederá después. Es el don de la voz, donde el intérprete nos guía en una sorprendente forma de vivir los poemas.