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Ya quisiera Azucena del Valle tener una falúa como esta
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Ya quisiera Azucena del Valle tener una falúa como esta (Foto: Maudy Ventosa)

¡OSTENTOREO!

Como Azucena del Valle es de las tierras de la santa Teresa de Ávila, nos cuenta en su artículo "¡Ostentoreo!" que la consti española nació en el Parador de Gredos que inauguró Alfonso XIII antes de irse de España, pero nos dejó su fantasma que cuentan se aparece en los salones de allí. En el de Teruel también se aparecen los fantasmas de los amantes de idem, pero disfrazados de Ábalos y sus sobrinas. Se ha quedado tiesa la autora viendo lo que se mueve en Puerto Banús, así que no nos extraña lo que dice el Presi de menos falcons y más transporte público. Estoy deseando jubilarme para tener el transporte en Madrid gratis ¿total?

- Tía, ¡te vas dos días de casa y te plantan un yate en la bañera!

- Depende de dónde tires la gorra, pequeño saltamontes. Si viajas por el interior deshabitado y paupérrimo, no conozco ríos navegables, y eso que el Adaja últimamente andaba crecidito al pasar por El Molino de la Losa.

- Precioso y bien conservado molino del S. XV donde hoy se pueden degustar viandas nada despreciables, pero ni veleros, ni barquitas de pescadores surcando esos andurriales tan queridos. Me refiero a esos otros lugares donde la mirada se pierde en el mar azul profundo y la Quinta Avenida neoyorquina se traslada hasta la orillita misma del agua. Las mejores firmas internacionales plantadas cual palmeras en fila, sin miedo a que el agua salada empañe sus escaparates impolutos.

- Pues no caigo, colega, porque cayucos mayormente arriban a Canarias o se pierden engullidos por ese mar maravilloso que se ha convertido en un cementerio para los que quieren llegar a la tierra prometida del tío Sam, donde no hay ni leche ni miel, sin pasar controles, entregándose a cabrones sin escrúpulos que los abandonan a su suerte cuando ven una luz azul cerca, aunque sea de ayuda humanitaria.

- Dios da pañuelos a los que no tienen mocos, tía. Ser pobre es una desgracia absoluta, un castigo divino, casi, y no afirmo que ser multirrico o megarrico sea mala cosa -contraviniendo al gobierno, por supuesto-, cuando los leuros se emplean bien, pero ser ostentóreo es otra cuestión. Cuando te topas en un mismo puerto con tanto yate grande nuevecito, brillante como si acabaran de lustrarlo con algodones, bien amarraito con maromas negras y fuertes, y los Ferrari, M4 Cabrio, Rolls Royce y otros que no identifico por la falta de costumbre de airear a lo rubia el cabello al viento en uno de esos despampanantes vehículos, te quedas sin habla y sin resuello. Ostentóreo me parece poco, que diría el tal Gil en sus buenos tiempos.

- Ay, Vani, significa que lo mismo que se juntan los pobres en arrabales de mala muerte de toda city que se precie, y que no queremos mirar por eso de no comparar con nuestro boyante estado de bienestar, en las periferias de las ciudades, sin luz ni agua corriente, sin los servicios mínimos que aseguren una supervivencia digna, existen otras realidades, barrios y puertos donde se amontonan -un decir- los ultrarricos para exhibir sus éxitos o los heredados de cuna.

- Y esos sí queremos verlos, fotografiarlos sin pudor y, a veces, con envidia, constatando que hay otra vida -pero es más cara- al otro lado de la carretera.

- Yates en formación, voitures en fila, escaparate al mundo enseñando la riqueza como las putas en el Barrio rojo de Ámsterdam muestran sus atributos a los posibles clientes puteros.

- Gente unida por el dinero porque, aunque no se conozcan de nada y tengan nacionalidades y diferentes pelajes, amarran en el mismo puerto y van a las mismas fiestas… Y lucen la misma tableta y cuerpo bronceado, ellos, y los mismos morros retocados y ropajes blancos ceñidos y transparentes, ellas. Amén de las lolas bien puestas, aunque pasen de los setenta y pico.

- Y l@s que van a pillar, mayormente señoritas en edad de merecer, semicoretas, ruidosas, alegres, consumiendo cócteles en las terrazas del paseo sin temor a que les cague una gaviota en la espalda tatuada o en el nacimiento de los pechos generosos… Todo por si el de las pelas quiere compañía cuando la nariz no le aguante más polvo blanco…

- Tía, que burra eres con los ultrarricos. Resabiada y tiñosa dando lecciones de comportamiento y decencia, porque, a ver, ¿qué hacías tú en ese lugar de lujo en vez de mojarte el culo en la piscina municipal con los miles que no la tienen propia?

- ¡Para poder criticar tienes que mirar, bonita! ¿Por qué iba tanto Ábalos a correrse juergas a los Paradores Nacionales de Turismo patrimonio de todos los españoles que no pueden pagarse una noche en esos enclaves de belleza sin par? Sencillo, para probar la resistencia de las camas; catar la restauración gourmet; comprobar que los camareros atienden rápido las demandas de los clientes rumbosos con lo que no es suyo; percatarse de que el minibar está bien atendido; asegurarse de que los empleados son sordos y ciegos; chulearse de ser los putos amos y que el dire no regaña por la música alta ni los gruñidos de las aldonzas de pago; poner de manifiesto que cualquier gañán puede alojarse en edificios históricos, antiguos castillos, palacios o monasterios… ¡Hoteles de lujo al alcance del vulgo!

- Visto así, tía, miraban por todos los que van una noche cuando cumplen cincuenta años de casados y se lo regalan los nietos. No se les puede criticar por una inspección bien hecha y constatada. Discreción asegurada y servicios a la altura de príncipes y abades.

- No obstante, que no se enteren que la historia de Paradores comienza en Gredos, ¡el primer parador de España! inaugurado por Alfonso XIII el 9 de octubre de 1928, enclavado entre aguas cristalinas, agrestes rocas y verdes pinares. Arquitectura recia, como los mismos castellanos, de piedra y pizarra.

- Y destacar que en este lugar maravilloso se reunieron los padres de la Constitución a principios de 1978 para redactar la Carta Magna. De aquel momento se conserva el Salón del Silencio, rebautizado como Salón de los Ponentes, donde estos elaboraron el primer texto de la Constitución Española.

- Mirando a la Sierra de Gredos, eso sí es disfrute, tía.

- Pues cuidadito con ponerlo en el WhatsApp, que estos se enteran de todo, y como les dé por conocerlo y correrse otra juerga, nos quedamos incluso sin los increíbles piornos que visten de amarillo y blanco los campos ya en esta época… Seguro que lo llenaban de placas solares como quieren hacer en Aranjuez eliminando olivos centenarios.

- Después de colocarse gratis con la fragancia dulzona que impregna los montes…

- Quita, quita, tía, que dejar las cosas por escrito ¡tiene un peligro…!

- Pue elimina y a otra cosa, mariposa.

- ¡Cien por cien, tía!, ¡Cien por cien!

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