A poco que uno se detenga en el ávido y complejo mundo de las publicaciones, advertirá una irritante tendencia por uniformar, clonar y conservar unos moldes puramente comerciales y supuestamente rentables. Es evidente que, si por la cara de la moneda aparece la previsibilidad, en la cruz lo hará un déjà vu, o sencillamente, el aburrimiento. Podría decirse que nos situamos en las antípodas de lo esencial en la actividad creativa.
|
La palabra muda |
Una Nota a la edición aclaratoria y un poema-epílogo final. Dos citas guardan la entrada, como dos esfinges antes de llegar a la sala hipóstila, una de Félix Grande y la otra de Carlos Aurtenetxe, que vinculan e intertextualizan, abrochan y abrazan. Como colofón se nos manifiesta que “Se terminó de imprimir en Kadmosel 19 de enero de 2018, 65 aniversario del autor”. Algunas hojas de cortesía en negro actúan a modo de paréntesis o telón, quizá hasta de premonición, cuatro páginas al comienzo y cuatro para cerrar el libro, como un sudario que cubre una fosa común. Una especie de Tarot lírico cuyo significado primero, el Holocausto, es transcendido o acompañado por lo esotérico y lo cabalístico. No es “La palabra muda” de Jacques Ranciere, sino la de Antonio Enrique, la que nos ocupa. Un libro iconográfico, casi santuario. El propio autor recomienda que sea leído de un tirón, sin interrupciones, quizá porque así su lectura se convierte en una especie de viaje a Auschwitz, reparador y claustrofóbico al mismo tiempo. “La palabra muda” no es una vía muerta que acaba en el desastre, sino una vía salvífica que conduce a la liberación del amor y el recuerdo, hacia el homenaje.
"Los espejos nocturnos", poesía reunida 1984-2014, de Ángel Antonio Herrera |
Seis títulos conforman la poesía reunida (1984-2014) del reconocido columnista y escritor albaceteño, Ángel Antonio Herrera, bajo el nombre de Los espejos nocturnos. Los acompañan las ilustraciones de José Manuel Ciria, en las que queda plasmada su interpretación personal de la poesía de Herrera.
Al hilván que traza la luna |
«El amor es un acto de perdón interminable». Peter Ustinov
A mediados del siglo XIX, autores como Gustavo Adolfo Bécquer y Rosalía de Castro brillaron con luz propia al cultivar una mirada nueva que llegó para renovar un gastado panorama romántico. De esta forma, un nuevo Posromanticismo, centrado en el énfasis de lo personal, en la mediada y parcial perspectiva de lo subjetivo y, sobre todo, en trazar la accidentada cartografía de lo íntimo, trató de superar al Romanticismo y al Realismo constituyéndose como una suerte de aleación de ambos.
Nocturna |
|
|
Buscas empleo en librerías
encuentralo en Jooble |
La historia de una tragedia. Dicen que padres e hijos nunca podrán separarse, aunque estén distancia...
En "Y se fue a por tabaco...", Azucena del Valle sigue a vueltas con los libros de autoayuda, que no...
"Fortuna", de Hernán Díaz, es un deslumbrante rompecabezas literario: la misteriosa historia de un m...
Son muchos los ingredientes que Juan Francisco Ferrándiz ha puesto en esta novela, pero muy bien col...
Camilla Läckberg y Henrik Fexeus finalizan su trilogía con “El espejismo”. Han conseguido más de un ...
El premio Leonor de Poesía y el Gerardo Diego para Autores Noveles, que anualmente otorga la Diputac...
El escritor vasco Kepa Murua nos habla en esta entrevista de su último libro hasta la fecha: La deci...
Danny Ryan, un antiguo estibador y soldado de la mafia irlandesa, se convierte en un exitoso empresa...
|
|