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LITERATURA > FIRMA INVITADA
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Que Cervantes escribiera El Quijote –con el que cierra el ciclo de las novelas de caballerías, que tanta difusión tuvieron, con Amadís de Gaula a la cabeza-; y que abriera el camino a la novela moderna -con sus doce Novelas Ejemplares- en modo alguno oscurece su talento como poeta, pese a sus célebres versos pertenecientes a El viaje del Parnaso (1614) -en los que parece dudar de su capacidad como poeta-: Yo que siempre trabajo y me desvelo / por parecer que tengo de poeta / la gracia que no quiso darme el cielo. Con independencia de esta obra poética, es en su producción narrativa donde vamos a encontrar excelentes manifestaciones poéticas, que permiten situar a Cervantes como poeta junto a los grandes poetas barrocos, llámense estos Quevedo, Góngora, Lope de Vega…
Pedro Sánchez, su Gobierno y su Partido no ganan para sustos, pues cada día se conoce un nuevo escándalo que los pone a los pies de los caballos judiciales. El penúltimo -difícilmente se puede hablar del último- ha sido la publicación por “El Confidencial” de las grabaciones de una reunión el pasado mes de febrero de una supuesta fontanera del Gobierno, Leire Díez -muy cercana al secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán- con empresarios investigados por la Audiencia Nacional y varios abogados, en la que se ofrecieron a uno de los imputados reuniones con la Fiscalía, la Abogacía del Estado y la Agencia Foral para resolver su caso, a cambio de que facilitara información negativa contra la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) y, en especial, contra el jefe de la Sección sobre Delincuencia Económica y Corrupción, el teniente coronel Antonio Balas. Como ha comentado en “El Mundo” Emilia Landaluce, las grabaciones de “El Confidencial”, en las que se ponen en evidencia los intentos de los socialistas por desacreditar a la UCO y desactivar las investigaciones sobre la familia de Sánchez, “son solo la enésima emanación de podredumbre del Ejecutivo”.
PLAZA DE GUIPÚZCOA
Vivimos en la ignorancia. No sabemos nada del televoto eurovisivo, el embarazo de Tamara sigue siendo top secret y del apagón, al final dirá Red Eléctrica que ha sido un castigo bíblico, las 10 plagas de Egipto 2.0. Pero soy optimista y en medio de esta opacidad informativa vislumbro atisbos de luz.
Dice mi amiga Gloria que a los ricos les tiene que dar más pena morirse. No estoy segura. Es una reflexión interesante, pero llena de matices y aristas que podrían llevarnos a lugares insospechados. Por acotar el terreno, yo creo que no se trata de ser rico o pobre, sino de qué manera matas el tiempo hasta que te mueres.
| | Miguel de Cervantes Saavedra |
(Una reflexión ética)
Unamuno publica la Vida de Don Quijote y Sancho en 1905 [1], “coincidiendo por acaso, que no de propósito, con la celebración del tercer centenario de haberse publicado por primera vez el Quijote. No fue, pues, una obra de centenario.” -según afirma el autor en el Prólogo a la segunda edición, en enero de 1913-.
| | Travesía atlántica de inmigrantes ilegales, imposible sin la colaboración de barcos-nodriza, de mafias de tráfico con seres humanos y de la ayuda delictiva de ONG y “oenegeros” |
Mi casa, donde comen 3 o algunos más
Sin falsas modestias, puedo afirmar y afirmo, como hubiera dicho Adolfo Suárez, que soy un “cordon-bleu” y un buen anfitrión. Aquellos que han disfrutado de mi hospitalidad y degustado mi cocina pueden avalarlo. Digo esto para traer a colación ese refrán tan español que reza así: “Donde comen 3 comen 4”. Según este aforismo, cuando hay comida para tres, por lo menos en mi casa, hay comida suficiente no para cuatro sino para algunas personas más. Ahora bien, digo y digo bien, para unas pocas personas más, no para un batallón.
Como todo caballero andante, Don Quijote debe estar enamorado de una hermosa mujer, que tiene siempre en el pensamiento cuando inicia cualquiera de sus aventuras (y a ella alude, por ejemplo, en estos términos: “¡Oh Dulcinea del Toboso, día de mi noche, gloria de mi pena, norte de mis caminos, estrella de mi ventura” (primera parte, capítulo XXV). Pero en verdad, la dama de sus sueños -Dulcinea del Toboso- no pasa de ser una sencilla campesina -Aldonza Lorenzo-, de la que Sancho Panza, desde su visión rústica de la realidad, elogia sus virtudes como mujer que pertenece a su misma condición social; una mujer que contrasta con la visión idealizada de Don Quijote. Merece la pena recordar este fragmento (primera parte, capítulo XXV), en el que Cervantes, echando mano de fina ironía, descubre quién es Dulcinea del Toboso: la hija de Lorenzo Corchuelo y Aldonza Nogales:
| | Niños palestinos tratan de hacerse con una ración de comida en un reparto de alimentos en Jan Yunis este viernes
(Foto: Abdel Kareem Hana - AP) |
Hay veces que me canso de ser hombre...
Uno de estos pasados días, mientras sus compañeros cardenales –no sé si con una pizca de mala idea- elevaban a Prevost al trono de Pedro, un amigo que trabaja en un conocido programa de Televisión Española, me reveló en un mensaje privado de X que en todos los años que viene desarrollando su carrera profesional en el ente público (palabra, por cierto, esta de “ente”, que ya por sí misma nos transporta a una atmósfera distópica y orwelliana) jamás había visto algo parecido a lo que sucede estos días. Se refiere, por supuesto, a las ideas -fruto de una doble inspiración, proveniente de los espíritus amalgamados de Nerón y Berlanga- del nuevo director de la pública, en términos de programación. Y sobre todo, habla del maltrato brutal a algunos programas culturales de gran solera. Como comprenderán, no puedo revelar la identidad de ese amigo para no comprometerlo, pero quienes me siguen en X y sufren mi terne y contumaz cinefilia, sacarán seguramente las conclusiones adecuadas.
| | Doctor José María Manuel García-Osuna y Rodríguez (Foto: Verónica Manjón Cid) |
Libro publicado en la editorial "El Lobo Sapiens/El Forastero". León. 2024
I.- ANÁLISIS PREVIO SOBRE HERNÁN CORTÉS.
Este es mi octavo libro de Historia que he publicado. Realizado por un interés primigenio por tres cuestiones. La primera por un interés obvio por el personaje, del que solo se conocen, por la mayoría de los hispanos, pinceladas y en ocasiones dirigidas no hacia el mejor de los fines. Cuanto más me fui aproximando a su idiosincrasia, mejor llegué a tener la convicción de que era un personaje sobresaliente, reconociendo que, como todos los seres humanos habidos y por haber, que presentaba sombras, pero he llegado a la convicción de que nunca deseo ser una persona en la que predominase lo críptico.
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