www.todoliteratura.es
Edición testing    

LITERATURA > FIRMA INVITADA

Pepe Mujika
Pepe Mujika
Nada hace pesar tanto el corazón como la muerte de un hombre justo. Ahora, cuando se trata de un exgobernante, se le suma el dolor y el desconsuelo.
Benito Pérez Galdós
Benito Pérez Galdós (Foto: Cuadro de Joaquín Sorolla)
Es necesario llegar a Benito Pérez Galdós (1842-1920) para que se restaure nuestra tradición novelística. Cuando Pérez Galdós publica su primera novela, La fontana de oro [1] -que parece preludiar los Episodios Nacionales-, no se habían escrito aún ni Pepita Jiménez [Juan Valera, 1874], ni Las ilusiones del doctor Faustino [Juan Valera, 1875], ni El escándalo [Pedro Antonio de Alarcón, 1875], ni Sotileza [José María Pereda, 1885], ni Peñas arribas [José María Pereda, 1885]”. Porque, en efecto, Pérez Galdós es nuestro mayor novelista después de Cervantes, y puede emparejarse con cualquiera de su siglo (Dickens, Balzac, Zola, Flaubert, Doistoievski o Tolstoi); y pocos novelistas europeos -más bien ninguno- pueden competir con él en capacidad creadora: así lo atestiguan los cerca de ocho mil personajes producto de su rica inventiva; unos personajes que sorprenden por su variedad y por su caracterización psicológica, que permite comprobar el interés que el autor siente por su condición humana.
Flores para el día de las Madres
Flores para el día de las Madres (Foto: Maudy Ventosa)
Mientras que en Europa se celebra el día de la madre el primer fin de semana de mayo, en Estados Unidos se conmemora el segundo fin de semana del mes de las flores. Gustavo Gac-Artigas felicita a todas las madres en esta columna-poema.

PLAZA DE GUIPÚZCOA
Bombilla fundida
Bombilla fundida
Yolanda Díaz ha demostrado que, a pesar de las críticas a su fondo de armario, es una mujer versátil y adaptativa. Se ha presentado en el funeral de su buen amigo el Papa, con un vestido negro hasta la rodilla, sobrio y austero. Pues fíjate que también la han puesto a parir.
Cuatro novelas griegas
Cuatro novelas griegas (Foto: DALL·E ai art)

(El origen del género)

Disentir de don Marcelino Menéndez y Pelayo constituye mucho más que una temeridad, supone arroparse con el basto indumento de la jactancia, enlodarse en la indeseada hybris; con todo, permítasenos recaer en tamaño gesto de soberbia. En las páginas iniciales de su monumental (e ineludible, sin duda alguna) Orígenes de la novela (Emecé editores, Buenos Aires, cuatro tomos, 1945) afirma sin hesitar: "La novela, última degeneración de la epopeya, no existió, no podía existir en la edad clásica de las letras griegas.” Admite, a marcha forzada, algunos antecedentes de “la novela misma” en la brillante parodia que encierra Historia verdadera, de Luciano, de Samósata (siglo II d. C.) o en las alegorías que aquí y allá ilustran y matizan los diálogos platónicos (las cuales, a nuestro entender, operan como interpolaciones –memorables, en la mayoría de los casos- que difícilmente puedan calificarse como novelas, aun en agraz). Por cierto, el maestro santanderino no ignora la existencia de novelas griegas, pero las desestima en bloque: “novelas bizantinas que nadie lee y con cuyos títulos es inútil abrumar la memoria”, e incluso subraya que un libro como Dafnis y Cloe “puede salir mejorado en tercio y quinto de manos de sus traductores”. Pero, con ser una de las más relevantes, las reticencias de Menéndez y Pelayo respecto a la materia no son de él privativas.

Primero de mayo
Primero de mayo
Con el pasar de los años busqué aquellos primeros de mayo, día combativo, que marcaron mi existencia.
Miguel de Cervantes Saavedra
Miguel de Cervantes Saavedra (Foto: Archivo)

«Oh dulce España, patria querida», Miguel de Cervantes Saavedra
Queridísimo lector, tengo el honor y privilegio de comunicarle que por primera vez en la historia de la documentación del brillante Miguel de Cervantes Saavedra y de sus familiares, el benemérito historiador don Sabino de Diego Romero, Presidente de la Sociedad Cervantina de Esquivias, descubrió 3125 nuevos documentos inéditos, sobre la hidalga esquiviana, Catalina de Salazar y Palacios, ejemplar esposa de Miguel.
Platero
Platero (Foto: Pilar Menoyo García)

El vínculo de la ciudad de Málaga con la literatura es mucho mayor de lo que puede parecer a priori, pues Málaga fue no solo el lugar de nacimiento de algunos escritores, sino también la ciudad elegida por tantos otros para establecerse. Todos han dejado su huella y muchos de ellos han recibido un merecido reconocimiento.

LA NOCHE DE LOS LIBROS (25 DE ABRIL DE 2025)
Rafael Alberti
Rafael Alberti

Rafael Alberti (Puerto de Santa María/Cádiz, 1902-1999) se trasladó a los quince años con su familia a Madrid. Hasta 1923, su actividad principal es la pintura, que cambiará pronto por el quehacer poético. En 1925 obtiene el Premio Nacional de Literatura por Marinero en tierra. A partir de 1931, y ya afiliado al Partido Comunista, empieza a trasladar a la poesía sus preocupaciones político-sociales. Como consecuencia de la Guerra Civil se exilió primero en Argentina -hasta 1962- y, después, en Italia -en Roma desarrolló tanto su vertiente creativa de pintor como de poeta-, hasta que en 1977 regresa definitivamente a España. Los avatares políticos, los cambios de residencia y el paso de los años en ningún momento han condicionado la continuidad de su labor poética y literaria.

Miguel de Cervantes Saavedra
Miguel de Cervantes Saavedra

(Una reflexión ética)

Unamuno publica la Vida de Don Quijote y Sancho en 1905 [1], “coincidiendo por acaso, que no de propósito, con la celebración del tercer centenario de haberse publicado por primera vez el Quijote. No fue, pues, una obra de centenario.” -según afirma el autor en el Prólogo a la segunda edición, en enero de 1913-.
0,2802734375