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LITERATURA > FIRMA INVITADA

Miguel de Cervantes en la batalla de Lepanto
Miguel de Cervantes en la batalla de Lepanto

Homenaje a Cervantes

En esa luz que surge en lo más oscuro, era en la única en que confiaba el poeta San Juan de la Cruz. Cervantes mucho sabía de oscuridades. Seis fueron los años que permaneció en la de una mazmorra africana. Y algún otro en la de una cárcel sevillana purgando irregularidades arancelarias de las que resultó inocente a la postre.

Arturo Montero y Calvo: Rinconete y Cortadillo. 1881. Óleo sobre lienzo, 111 x 178 cm. [El patio de Monipodio no es otro, en el cuadro de Montero, que la conocida Posada de la Sangre, antiguo Mesón del Sevillano en Toledo, y que se emplea, en este caso, como marco arquitectónico idóneo para el desarrollo de una escena que transcurre en Sevilla].
Arturo Montero y Calvo: Rinconete y Cortadillo. 1881. Óleo sobre lienzo, 111 x 178 cm. [El patio de Monipodio no es otro, en el cuadro de Montero, que la conocida Posada de la Sangre, antiguo Mesón del Sevillano en Toledo, y que se emplea, en este caso, como marco arquitectónico idóneo para el desarrollo de una escena que transcurre en Sevilla].

[“Monipodio”]

Llegóse en esto la sazón y punto en que bajó el señor Monipodio, tan esperado como bien visto de toda aquella virtuosa compañía. Parecía de edad de cuarenta y cinco a cuarenta y seis años, alto de cuerpo, moreno de rostro, cejijunto, barbinegro y muy espeso; los ojos, hundidos. Venía en camisa, y por la abertura de delante descubría un bosque: tanto era el vello que tenía en el pecho. Traía cubierta una capa de bayeta casi hasta los pies, en los cuales traía unos zapatos enchancletados; cubríanle las piernas unos zaragüelles de lienzo, anchos y largos hasta los tobillos; el sombrero era de los de la hampa, campanudo de copa y tendido de falda; atravesábale un tahalí por espalda y pecho, a do colgaba una espada ancha y corta, a modo de las del perrillo: las manos eran cortas, pelosas, y los dedos, gordos, y las uñas, hembras y remachadas; las piernas no se le parecían; pero los pies eran descomunales, de anchos y juanetudos. En efecto, él representaba el más rústico y disforme bárbaro del mundo. [1]

Luisgé Martín
Luisgé Martín
Sería dos mil cuatro, por lo que recuerdo. Arrabal vino a Murcia y lo entrevistó Gontzal Díez para el diario La Verdad. La habitual doble página con Arrabal en el centro. Una foto espectacular tomada en El Rincón de Pepe, la víspera. El poeta había desplegado sus alas negras sobre la alfombra de la recepción del hotel –una especie de estola que llevaba a modo de capa- delante del robusto mostrador de madera barnizada. Se transformó en híbrido de fauno y murciélago.
Falso Miguel de Cervantes
Falso Miguel de Cervantes

Miguel de Cervantes

Quisiera yo, si fuera posible, lector amantísimo, escusarme de escribir este prólogo, porque no me fue tan bien con el que puse en mi Don Quijote, que quedase con gana de segundar con éste. Desto tiene la culpa algún amigo, de los muchos que en el discurso de mi vida he granjeado, antes con mi condición que con mi ingenio; el cual amigo bien pudiera, como es uso y costumbre, grabarme y esculpirme en la primera hoja deste libro, pues le diera mi retrato el famoso don Juan de Jáurigui, y con esto quedara mi ambición satisfecha, y el deseo de algunos que querrían saber qué rostro y talle tiene quien se atreve a salir con tantas invenciones en la plaza del mundo, a los ojos de las gentes, poniendo debajo del retrato:

Falso retrato de Cervantes
Falso retrato de Cervantes

Don Quijote de la Mancha

En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lantejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda. El resto de ella concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas, con sus pantuflos de lo mismo, y los días de entre semana se honraba con su vellorí de lo más fino. Tenía en su casa una ama que pasaba de los cuarenta y una sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza que así ensillaba el rocín como tomaba la podadera. Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años. Era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que tenía el sobrenombre de «Quijada», o «Quesada», que en esto hay alguna diferencia en los autores que de este caso escriben, aunque por conjeturas verosímiles se deja entender que se llamaba «Quijana». Pero esto importa poco a nuestro cuento: basta que en la narración de él no se salga un punto de la verdad.

Alberto Boco
Alberto Boco
Uno de los posibles y múltiples modos de acceder o, al menos, atisbar el genuino fenómeno literario (y tal es el caso de Alberto Boco: un fenómeno inequívocamente genuino y literario, como se constata en su reciente antología de poemas, titulada Enigmática gracia de las cosas) sería establecer, grosso modo, cuál de los cinco sentidos predomina en la producción de un autor. Acaso un par de ejemplos, entre tantos, resulten lo suficientemente ilustrativos: Proust huele y transmite con admirable –y aún no igualada- precisión la textura y los matices de cada aroma: el césped recién cortado, la pátina que deja la lluvia sobre el empedrado de las calles parisinas y hasta las fachadas de las catedrales; en la cadencia de la prosa faulknereana, por su parte, cada sonido halla su asiento y todo murmullo hace su habitación: las frases astilladas de un débil mental, la crepitación de un vestido de seda o el estruendo de un martillo que hunde los clavos sobre la tapa de un ataúd. La poesía de Boco, en principio, mira; mira con ojos incendiados y voraces.
Miguel de Cervantes Saavedra
Miguel de Cervantes Saavedra (Foto: Archivo)

«Oh dulce España, patria querida», Miguel de Cervantes Saavedra
La benemérita escritora chipriota Andry Cristofidou-Antoniadou, Secretaria General del Consejo Coordinador de Cultura de Limasól, fundadora y Vicepresidenta de la Sociedad de Escritores de Limasól, miembro de la Asociación Internacional de Escritores «PEN», de la Sociedad Nacional de Escritores Griegos y ex directora de Υπουργείο Παιδείας , Αθλητισμού y Νεολαίας es autora de trece excelentes libros, ensayos y artículos, entre ellos: Chipre en la obra cervantina (2021 & 2023), El tesoro de España (2020), y Llamas y Mar (2017), donde difunde dos ensayos: «Cervantes y la creación de Don Quijote » y «Cervantes y El Greco, ¿conocidos y amigos?»
Osiris Valdés López
Osiris Valdés López (Foto: cedida por la autora)

Este artículo trata sobre una escritora, periodista y poeta cubana - española, residente en Chicago, USA. Todas las fotografías han sido expuestas por cortesía de Osiris Valdés López

Valdés nació en La Habana, Cuba, de padre cubano y madre española. Asistió a clases de danza y arte. Estudió arte dramático en el Instituto Cubano de Radio y Televisión con Eslinda Núñez. [1] Es una activista conocida por su trabajo en apoyo de los derechos humanos, particularmente en las áreas de igualdad de género y diversidad sexual. Su compromiso con estas causas se ha visto reflejado en libros y campañas que tienen como objetivo erradicar la homofobia y promover un entorno más inclusivo para todas las personas, independientemente de su orientación sexual o identidad de género. Vivió y viajó por toda España desde 2009 hasta 2022, donde fue madre de un niño llamado Sammy Roldán Valdés, nacido en la isla de Mallorca el 17 de enero de 2014. Una época en la que desarrolló significativamente su carrera literaria. En el 2022 se mudó a Chicago. Valdés López se ha consolidado como periodista desde 2019, colaborando en columnas en diversos medios digitales donde aborda temas culturales, y realiza entrevistas a destacados artistas de la música y la literatura…

María Moliner
María Moliner

El 30 de marzo del 2025, se cumplirán 125 años de la llegada al mundo de María Moliner, en un pueblito del Valle de Cariñena llamado Paniza, en la provincia de Zaragoza, no muy lejos de Fuendetodos, el lugar de nacimiento de Goya.

Mariano Antolín Rato
Mariano Antolín Rato
La generación beat no es solo un movimiento literario demodé en tiempos del thriller, el tiktok y del capítulo corto con plot twist; lo beat es una actitud, un modo de ver el mundo, un rechazo al conformismo que nació hace setenta y cinco años, que barnizó la literatura norteamericana de los sesenta y setenta y que, así como llegó, desapareció dando lugar a otro tipo de historias quizás más comerciales y encorsetadas en responder al gusto de los lectores más que a la pulsión rebelde de los autores.
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