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LITERATURA > FIRMA INVITADA
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En estas fechas, aledañas a los fastos a quienes se dedican, nos dedicamos, al noble ejercicio de la pluma, me gustaría rendir un homenaje a María Moliner.
Estuve en Méjico por primera vez en 1974 para asistir al Congreso del Instituto Hispano-Luso-Americano Derecho Internacional, en el que fui elegido miembro de esa prestigiosa Asociación. Asistí a los actos conmemorativos del Día Nacional celebrados en el Palacio presidencial, donde contemplé los gigantescos frescos de Diego Rivera, tan maravilloso desde una perspectiva pictórica, como execrables desde un punto de vista histórico. Escuché el grito de “!Abajo los gachupines!” y otras lindezas contra España. México es el país más hispanizado de América, y ha heredado -junto a muchas de las virtudes hispanas- el lamentable espíritu cainita español. Pude comprobar el contraste entre la animosidad hacia España y lo español de la clase dirigente del Partido Republicano Institucional, y el afecto y cercanía del pueblo llano, la mezcla de amor y odio de sabor agridulce, junto con el menosprecio por, y el silenciamiento de, la etapa del Virreinato, y la artificial exaltación de un falso indigenismo.
El fútbol, además de ser un deporte, se ha convertido en un fenómeno social que captura a millones de personas en todo el mundo. Desde las calles polvorientas de un barrio hasta los estadios monumentales que vibran bajo la presión de miles de aficionados, el balompié encarna una pasión que va mucho más lejos de los noventa minutos de juego.
PLAZA DE GUIPÚZCOA
Nadie se pone en el lugar del otro. Cuando te digan “me pongo en tu lugar”, no le creas, tío, es mentira. Y menos si te da golpecitos en la chepa. Te apenas por el prójimo, le escuchas, le compadeces, eso sí, te compro la moto, pero no te pones en su lugar, porque ya tienes bastante con lo tuyo.
Ustedes son formidables
Cada cierto tiempo conectamos con las ondas que nos hacen ir un poco más allá de esa seguridad que buscamos en la inseguridad es un encuentro radiofónico. Hay siempre un motivo por el cual la radio se viste de fiesta con la asistencia de un equipo formado por Blanca Martín rodeada de un abanico de colaboradores desde el periodista y escritor Jaime Barrientos que en su momento escribió Ooparts. Objetos fuera del tiempo y lugar y La Espada de Alejandro. Memorias de un niño mendigo que podíamos subtitular: sin pena ni gloria o el joven historiador Antonio Sanz Ejea junto al ensayista Fermín Mayorga natural de Cheles (1965) y autor entre otros trabajos de Esperanza y libertad: los hijos de la rapada – un trabajo apasionante donde en todo momento su autor se posiciona a favor de los perseguidos por pensar de manera diferente envolviéndonos por los caminos y las distintas colaboraciones efectuadas por el escritor y reportero Juan José Revenga que nos ha sumergido en esos mundos que en muchos casos no sabíamos ni que existían... Un amanecer Zombí. Viaje al corazón del Vudú que quizá haya sido ese ir y venir antes de la proyección en los distintos medios de la película La serpiente y el arcoiris o los excelentes trabajos del fotógrafo coruñés Luis Gabú. Un autor que vive en nuestro tiempo, pero por sus colaboraciones parece no pertenecer a él. ¿Se acuerdan?
| Miguel de Cervantes Saavedra |
«Oh dulce España, patria querida», Miguel de Cervantes Saavedra
El extraordinario historiador Bartolomé Miranda Díaz, profesor de la Universidad de Sevilla, presidente del Grupo de Estudios Carrioneros Joaquín Galeano de Paz (Sevilla), galardonado, sirva de ejemplo, con el Premio Nacional de Bibliografía Bartolomé José Gallardo por la obra «La librería del Convento de San Benito de Alcántara...» (Mérida, 2013), y autor de los ejemplares libros, entre ellos: «La orden de Calatrava en la ciudad de Sevilla y en el Aljarafe durante el Antiguo Régimen (Siglos XII-XVIII). Estudio y documentación» (Sevilla, 2020); «Honor, poder y gloria. La Carrera de Indias según un comerciante sevillano del siglo XVIII» (Badajoz, 2019); y «La Villa de Castuera (Siglos XVI-XVII). Radiografía histórica a través de los visitadores de la Orden de Alcántara» (Badajoz, 2013); descubrió ocho documentos inéditos sobre el héroe de Argel, quien con vara de justicia acudió a las comarcas del Aljarafe, el Campo de Tejada y el Condado de Niebla para sacar trigo y cebada para la provisión de las galeras de España, cuya base naval y enclave comercial fue el puerto de Gibraltar bajo el mando del alcaide del castillo de Gibraltar, Álvaro de Bazán y Guzmán (1526-1588), I marqués de Santa Cruz.
Cele zece elegii care sfirșesc poezia, de Constantin Barbu. Edición bilingüe, Traducción Carmen Bulzan
El más reciente poemario del poeta rumano Constantin Barbu, “Las diez elegías que acaban con la poesía” nos llega de manos de poetas en diferentes geografías. La traducción al español estuvo a cargo de la también poeta rumana, Carmen Bulzan. La edición fue realizada en Chile por el poeta Luis Cruz-Villalobos. Y estas palabras de introducción al mundo poético de Barbu, por Gustavo Gac-Artigas, nos llegan desde los Estados Unidos, donde reside este poeta, novelista y dramaturgo chileno.
Desde la ciudad vieja de Estocolmo
| Académico sueco tras las deliberaciones |
A principios de invierno la Semana Nobel, en Estocolmo, comienza a desplegar su manto de expectativas, y el mundo entero fija su mirada en la capital escandinava. El histórico Edificio de la Bolsa (Börshuset), construido en el siglo XVII y ubicado en la ciudad vieja, parece respirar la historia y el peso de las decisiones de la Academia Sueca. Y cada primer jueves de octubre de cada año, desde este edificio, se anuncia el nombre de la persona ganadora del Premio Nobel de Literatura.
| Papa Francisco y Yolanda Díaz |
| Dos cubos de tomates para que coman los cerdos (Foto: Maudy Ventosa) |
Hace dos años visité la comarca de Las Hurdes por vez primera, y toparme con la historia que guarda cada una de las miserables casas que aún se conservan en pequeños pueblos, me removió el alma. Tenía ganas de volver, comprobar si el hermoso meandro de El Melero tenía algo más de agua, pasear los pueblos, asombrarme con la belleza salvaje de los montes agrestes, charlar con las gentes -muchos oriundos de estas tierras que emigraron en busca de una vida mejor y regresan en verano a la casa nueva que se han construido lejos de la que los vio nacer-, degustar la típica ensalada hurdana de limón… Otra vez me he dejado atrapar por estas tierras, aunque el impacto, esta vez, ha sido un puñetazo en las tripas al descubrir que hoy todavía es ayer para algunos habitantes, que la miseria pervive como costumbre y no por necesidad, y que el cambio no solo depende de las ayudas, sino que empieza por uno mismo cuando la parte dura de la historia quedó atrás.
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