Venía con una flor en el culo. Roja como la sangre de un príncipe joven y sano; hermosa como un amanecer, fresca como el rocío en primavera, luminosa como una bombilla led e-27 g145 24 w 2200lm, radiante como una novia enamorada… Una flor de esas que parece que no se van a secar en la vida… bien abonada con nitrógeno, fósforo, y potasio -abonos inorgánicos-… Pero pronto, de tanto arrastrar las posaderas por la mugre, se le pegó al trasero el compost, el humus de lombriz, y varios kilos de estiércol que apestan -abonos orgánicos- hasta acabar con el culo en carnes vivas y ahogar, en esa valsa de mierda, a la bella flor hasta matarla.
Se acabó la baraka, presidente, capitán imprescindible -según él- de ese barco que comandaba a toda vela y que hace aguas desde el mismo momento que salió a navegar y que muchos, realistas con el pie anclado a tierra, veían venir. Un meneíto por aquí, un cambio de rumbo por allí, una olita de ná y ¡hala!, vaivenes a babor y estribor, cañonazos a la línea de flotación de la ilusión de aquellos que le creían, inocentes ellos, como un cornudo confía en su infiel pareja; ha socavado el respeto que nos debe y ha retorcido la ley en loor de sí mismo; cambiando de opinión cada amanecida después de un mal sueño, enterrando valores en los que creíamos -y usted decía que también-, dando cobijo a maleantes y caracoles -por eso de la baba que dejan a su paso-, rodeándose de los más mediocres para que nadie le hiciera sombra sin tener en cuenta que, con su altura, es difícil eclipsarle en las fotos. Pero lo llamaba “cambiar de opinión”, evolucionar en función de por dónde soplara el viento para arrimar el ascua a su sardina, como si fuera el único que supiera disfrutar de un buen espeto. Donde dije digo, ahora digo Diego. O manzanas, traigo, un suponer. Desde el puto minuto cero.
En el pasado no se invierte, presidente. Tanto. Sobre todo, cuando se cargan las tintas en un solo lado. Las momias resultan interesantes y rentables en Egipto, aunque aquí se hayan gastado miles de euros en sacar rendimiento político a algunas. Pero también la suya -que Dios le guarde muchos años- dejará huella, porque como ocurrió con Atila, donde pisa Pedro no vuelve a crecer la hierba. Líder letal, la historia lo pondrá en su lugar, no le quepa la menor duda. Los caudillos acaban solos, porque nadie los quiere. Solo los temen. Ha ideologizado hasta la tortilla de patatas, sin hablar de la paella… Ha alimentado el odio cainita entre las dos Españas que solo existen en su mente enferma, porque aquí cabemos todos sin necesidad de tener un pensamiento uniforme como obliga a su pandilla de palmeros a fuerza de repetir el argumentario oficial. No hay que pensar de la misma manera para respetarnos, convivir, crear lazos y quererse; trabajar juntos por una España mejor, y crecer mirando con esperanza al futuro, porque la nación nos importa. Y nuestros hijos, que heredarán nuestros aciertos y errores. Y el progreso que, entre todos, hemos construido. Y el bienestar que nos merecemos. Y los que vienen buscando refugio porque su vida peligra en su país de origen… pero se ha convertido en verdugo de los que no le bailan el agua; de los que discrepan de su docto magisterio; de los que dudan de que usted es el puto amo con esos 471 asesores, que se reparte con Bolaños, de los 924 que chupan del bote en Moncloa.
Por si alguien, a estas alturas, no entiende los peligros de estar dirigidos por un líder que padece un trastorno narcisista, aclararé el concepto con alguna de las características más destacables, por si ven cierto paralelismo... Grandiosidad. ¿Conocen a alguien que crea de forma exagerada en su propia importancia, talento y logros hasta sentirse especial y único? ¿Les suena de algo esa necesidad imperiosa de admiración y reconocimiento? ¿de aprobación, de atención…? Pero vamos más allá, otra de las claves del narcisismo patológico es la falta absoluta de empatía hacia los sentimientos y opiniones de los demás, porque son egoístas, insensibles y explotadores en sus relaciones. ¿Alguna vez han contado las veces que el presidente dice “yo” en sus intervenciones? La IA les puede ayudar en el conteo, pero no creo que a estas alturas se sorprendan.
El puto amo se cree con derecho a disfrutar de un trato especial y privilegios que no otorga a otros, utilizar todos los medios a su alcance, incluidas personas, para conseguir sus fines sin reflexionar en el daño que sus decisiones acarreen, a la nación y a las personas que la habitan, incluidos los que un día creyeron en él. Ausencia total de crítica, ¡de libro, presidente!, pero hay algo que me llama también la atención ¿Por qué o contra quién está tan resentido? A pesar de las clases que, sin duda ha recibido sobre comunicación no verbal, se le va el cuerpo a menudo y no controla la ira ni la agresividad que le provocan las criticas; es incapaz de transmitir sentimientos con esa cara de asco, de cemento armado, que parece echar siempre una bronca… voz impostada de predicador de púlpito que jamás contesta a lo que le preguntan si no son afines. Teatro, siempre teatro de máscaras.
Seguro que, si pueden comprar votos, periodistas y jueces, hacernos dudar de las instituciones, también pueden pagar un buen terapeuta que le ayude a no ser tan infeliz, porque, con todo mi cariño, la vida es corta y hasta lo malo pasa, presidente.
No me pide el cuerpo enumerar las barbaridades que ha cometido con absoluta impunidad. La burrada de cada día tapa la de la jornada anterior y no sé lo que nos espera más adelante, pero me da miedo. Le tengo miedo. Generador de odio, ha conseguido demoler la moral de los socialistas ¡manda cojones! Y campar a sus anchas en una sociedad anestesiada. ¿Qué más necesita este país para mandarlo a la mierda? Ahora, más débil que nunca, sus socios lo van a exprimir porque le tienen cogido por los güitos. Antepone el poder a la dignidad. Pero me importa una higa que se quede sin sangre ni higadillos; lo malo es que no será el paganini, sino que seremos todos los españoles.
¡Pero no todo es malo, colegas! Este gobierno está empeñado en la educación de los jóvenes y en que estos aprendan correctamente la lengua madre, conjugando verbos como mentir, opacar, trincar, extorsionar, follar; sustantivos como nepotismo, corrupción, señoritas modelos, scort, prostitutas, fango, pseudomedios, parador, ganadería… ¡Hala! Tareas para el verano: hacer frases con estas palabras poniendo sujeto, verbo y predicado, y luego, echaros al monte.
Por último, como mujer, feminista sin carnet, siento asco… Mucho asco. En lo único que no ha mentido su amigo Ábalos es en eso de que él nunca tuvo que pagar prostitutas. Blanco y en botella: cobraban del erario público.