SUEÑO

Un mundo onírico lleno de equívocos

Por Alberto Morate

miércoles 24 de diciembre de 2025, 12:42h

Las pequeñas compañías de cómicos, titiriteros, saltimbanquis, faranduleros y mil nombres más que les podemos dar a esos representantes de textos dramáticos, trágicos y divertidos, musicales, vodeviles, dancísticos, mímicos… siempre depende de que alguien esté interesado en financiarlo o, al menos, pagar lo estipulado, lo convenido, lo ajustado para hacer las delicias y ser el deleite de propios y extraños, para ahondar en la raíz de la cultura, del entretenimiento, del solaz y la diversión, de la justicia poética, de la denuncia social, de engrandecer el panorama emocional y sentimental de los espectadores.

Pues hete aquí que La Criolla, una compañía argentina que fueron ganadores del Primer Premio Barroco Infantil 47º Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro en 2024, nos traen una versión más breve, interpretada tan solo por cuatro actores y actrices, de El sueño de una noche de verano de William Shakepeare, dando vida a casi todos los personajes de esta magistral obra, para todos los públicos, con esa compañía que quiere representar para el duque de Atenas, y donde cómicos, amantes, hadas, reyes y reinas del bosque, con la magia teatral necesaria, con el juego burlesco de las equivocaciones en las parejas, miran hacia adelante, en complicidad con los espectadores que queremos jugar a su juego, olvidando tanta realidad cruenta que hay fuera.

Es un Sueño. Y el sueño borra lo que ocurrió, lo que se pensó, lo que se sintió, y dice hola a un mundo onírico lleno de trampas y equívocos.

Es un teatro de evasión y encuentro, de amores y pasiones, de ocultación y sorpresas. De esta manera se participa de la vida. De esta manera, los jóvenes y nuevos espectadores entrarán en los cuentos, en las historias, en la imaginación, en la existencia más allá de los balances, de los resultados, del éxito en sí mismo. La vida está llena de tropiezos, de vacíos, de pérdidas, de engaños, de falta de valor, de decepciones, y para ello el teatro nos crece como árbol, como estrella, que nos alimenta el alma, la ilusión perfecta.

La Criolla, con dramaturgia y dirección de Emiliano Dionisi, y en escena el propio Emiliano Dionisi, y Lucía Baya Casal, Ramiro Delgado y Julia Gárriz, van de unos personajes a otros, entran, salen, nos divierten, abren o inician un camino para que nos atraigan estas historias, auspiciados, nada menos, que por La Compañía Nacional de Teatro Clásico.

Empieza la sonrisa, se rompe la tarde con esta peculiar propuesta, romperemos la monotonía, es posible la imaginación desbordada.

Shakespeare en el bosque de una noche de verano en pleno invierno, dicha de los amantes, diversión de los duendes, picardía de las hadas, Píramo y Tisbe a través de una grieta del muro, cómicos que temen que nos les paguen, Sueño que traspasa la realidad o, como diría otro dramaturgo de ensoñación y duende, Federico García Lorca, ‘En el bosque de las toronjas de la luna’, y además, el bosque de Selva Negra, el bosque de Hoia Baciu, el bosque retorcido de Polonia, las Fragas do Eume, todo englobado, resumido, teatralizado en el Teatro de la Comedia, misticismo, refugio, diversión, amor.