En Siruela ha publicado los ensayos “Umbrales” y “El eco pintado”. Ahora nos llega una pequeña joya sobre los minerales y las gemas titulada “El jardín mineral”, un fascinante viaje al corazón de estas pequeñas maravillas, y su influencia cultural en la historia y en la humanidad.

La atracción que las gemas han ejercido sobre el ser humano se remonta a nuestros inicios como especie. Sus colores, sus brillos y su rareza han seducido nuestra mirada y provocado que, desde hace milenios, sean símbolo de todo tipo de virtudes y materialización de tesoros y riquezas. Sus mismos nombres son capaces de transportarnos a lugares lejanos y de evocarnos historias fabulosas: esmeraldas, zafiros, perlas y diamantes pueblan la cultura y las leyendas a lo largo del mundo y adornan a diosas y héroes de las más variadas mitologías.

De igual modo que las facetas cristali­nas de las piedras preciosas reflejan dife­rentes puntos de vista sobre la realidad que las rodea, “El jardín mineral” nos ofrece, mediante una fusión de ensayo, historia del arte y libro de viajes, una visión caleidoscópica, sugerente e inolvidable. Un libro que promete, desde su inicio, ser un viaje fascinante a través de la prosa poética y la reflexión profunda.

"El jardín mineral es una exploración de la relación entre el ser humano y la naturaleza mineral”, dice el autor castellano manchego. En el libro utiliza un lenguaje evocador para sumergir al lector en un mundo donde los elementos naturales cobran vida. A través de sus páginas, el autor invita a reflexionar sobre la fragilidad de nuestro entorno y la importancia de cuidar lo que nos rodea. “Cada mineral, cada planta, cada rincón de la naturaleza tiene una historia que contar”, afirmó Martínez.

“Necesitamos recordar la belleza que nos rodea”

La obra se caracteriza por su rica imaginería y su capacidad para conectar emocionalmente con el lector. Martínez ha logrado crear un espacio literario donde los minerales se convierten en un símbolo de esperanza y renovación, un refugio en tiempos de incertidumbre. “En un mundo tan agitado, a veces necesitamos volver a nuestras raíces y recordar la belleza que nos rodea”, agregó el autor.

"El jardín mineral es un libro que invita a la reflexión y a la contemplación", comentó el essritor. Pero lo que realmente le interesa de estas gemas y piedras preciosas son las leyendas que se cuentan de las gemas. Empezando por el cáliz que se conserva en la catedral de Valencia. “Está documentado que el santo grial apareció de manera fortuita en el monasterio de San Juan de la Peña”, recuerda y añade “es un cáliz extraordinario al que no le hace falta ninguna leyenda”.

“Hay que quitar el velo de negrura que se le achaca a la Edad Media, ya que creo que tiene muchos momentos luminosos sobre todo en la relación con las religiones musulmana y cristiana. Creo que la epidemia de peste de 1348 fue donde se marcó ese momento negativo medieval”, relata con solvencia y destaca los momentos realmente negativos de la humanidad como “el peor siglo de la historia ha sido el XVII donde la guerra de religiones dejó a Europa arrasada. Aunque no debemos olvidar la caza de brujas y otros momentos. Fue el Renacimiento donde empezó la luminosidad, tanto en el arte como en las ciencias”, cuente con convicción.

Hay que quitar el velo de negrura que se le achaca a la Edad Media

“En el libro trata sobre nueve piedras preciosas o gemas. Tenía que finalizar en el diamante. Las que se han quedado por el camino aparecerán en otro volumen. Hay algunas piedras que se cayeron como el cristal de roca que se hubiese solapado con el diamante. Tengo que reconocer que soy una persona muy estructurada, de ahí mi vocación docente. Siempre todo lo que explico en mis clases o escribo en mis libros tienen como principio el de Horacio: “instruir deleitando”, desmenuza el autor almanseño.

Óscar Martínez reconoce que ha hecho en su libro “un ejercicio de síntesis, pero mis capítulos suelen tener la misma extensión en todos mis libros. Estoy muy contento con el resultado y el formato que suelo utilizar está siempre muy pensado”, apunta riguroso, y agrega “vivimos en un mundo con una sobreinformación. Por eso, procuro no hacer demasiadas descripciones porque en muchas ocasiones son obsoletas. Procuro adaptar mis libros a píldoras de información, que no cansen al lector.”

Concluye diciendo que “al lector no hay que aturdirle, que no sienta ansiedad por leer. La lectura es placer”

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