“Estuvimos un buen rato hablando y me dio dinero para ir a comprarle Ducados. Estaba muy enfermo y me resistí a hacerlo, pero claudiqué y siempre llevé en mi conciencia lo que hice aquel día”, continuó recordando el autor que reconoció lo que significó la obra de Moix en la suya. “Siempre lo admiré. Supo transmitir el sentir de la Barcelona de los años setenta y ochenta”, dijo.
Con este libro, Vila-Sanjuán vuelve al terreno de la ficción. Es una novela que transforma la historia en un juego de revelaciones. “Cada final de los capítulos incluye una carta anónima que va dando pista sobre un posible crimen”, apunto Sergio. Así, convierte la novela en un juego de revelaciones. El resultado es una obra que va más allá ahondando en la importancia de la memoria urbana y los efectos de la turistificación que padece la Ciudad Condal.
Hicimos con el autor de “Misterio en el Barrio Gótico” un recorrido por los lugares más emblemáticos y enigmáticos de Barcelona, el Barrio Gótico, conocido por sus estrechas calles, plazas escondidas y una rica historia que se remonta a siglos atrás. La novela no solo es un homenaje a este icónico barrio, sino que también se adentra en sus secretos más oscuros, ofreciendo a los lectores una experiencia inmersiva que combina la ficción con la realidad.
La historia gira en torno a un misterio que debe ser desentrañado, y los personajes que lo habitan son tan complejos como el propio barrio. Vila-Sanjuán ha creado un elenco diverso que incluye detectives, historiadores y habitantes locales, cada uno con sus propias historias y motivaciones. A medida que avanza la trama, los lectores se verán envueltos en una red de intrigas que los llevará a descubrir no solo el misterio en sí, sino también la historia oculta del lugar.
Durante la presentación, Vila-Sanjuán compartió que su amor por el Barrio Gótico fue una de las principales inspiraciones para escribir esta novela. “Es un lugar que respira historia y misterio”, afirmó el autor. “Quería capturar esa esencia y llevar a los lectores en un viaje que los haga sentir como si estuvieran caminando por sus calles empedradas”. Y efectivamente así fue el recorrido que hicimos con él.
Nos encontramos con el autor en el Palacio Requesens, sede de la Reial Acadèmia de Bones Lletres, visitamos el despacho de Martín de Riquer, quien ha sido presidente de esta casa durante 30 años. “El reconocido filólogo, conde de Casa Dávalos, perdió un brazo en la Guerra Civil Española, por eso tenía dos máquinas de escribir en su despacho. Con una máquina, escribía su texto y con la otra hacía las notas a pie de página, características de los estudios eruditos”, contó Sergio Vila Sanjuán y remató “fue la persona que promovió significativamente la reforma y el embellecimiento del lugar”.
Nos acercamos a otra sala donde se encuentra una copia del cuadro de Isabel de Requesens, cuyo original, que se halla en el Louvre, es muy adecuado para el palacio de la familia. Isabel pertenecía a una de las familias más importantes de la nobleza catalana. A muy temprana edad, fue casada con Ramón Font de Cardona, un posible rey español que se decía podía ser hijo ilegítimo de Carlos I.
Este retrato, realizado entre Rafael y su discípulo Guido Romano, destaca por su esfumato típico y el uso del rojo, simbolizando pasión y poder. La obra tiene un trasfondo misterioso, ya que Isabel murió joven tras tener inicios sentimentales que no prosperaron. Actualmente, hay copias en la colección de la reina Isabel de Inglaterra y en el palacio Doria Mandilli de Roma.

Acontecimientos históricos en Barcelona
El retrato mencionado desencadenó una serie de acontecimientos en la nueva novela de Sergio. En este contexto histórico, se menciona la familia de los Borgoña, donde la Orden del Consejo del Señor es uno de los primeros ejemplos mundiales de diplomacia blanca. Las autoridades borgoñonas buscaban reunir a nobles para conseguir su fidelidad mediante diferentes rituales.
“Cuando Carlos I llega a Barcelona en 1519 y estuvo dos años viviendo en la Ciudad Condal, convoca a la Orden del Toisón de Oro, un evento comparable al actual G7”, señala con gracia Sergio Vila-Sanjuán. Durante cuatro días, reyes europeos y duques se reúnen en la Catedral de Barcelona para discutir asuntos políticos y participar en rituales religiosos.
La siguiente parada sería en la catedral, que tiene una rica historia arquitectónica que incluye una estructura gótica a la que se añadieron, siglos después, elementos neogóticos. El barrio gótico comienza su reconstrucción con esta catedral, donde “se pueden observar tanto elementos originales como fantasías medievalizantes”. El mirador de Martín el Humano juega un papel importante en la novela mencionada.
Sergio Vila-Sanjuán busca nombres simbólicos para sus personajes. Por ejemplo, ha elegido Víctor Balmoral por su sonoridad eufónica. Aunque todos los personajes son imaginarios, el autor ha querido reflejar aspectos sociales actuales dentro del marco narrativo. Posteriormente, pasaríamos bajo el Pont del Bisbe, una joya arquitectónica de construcción del siglo XX, aunque imita el estilo gótico, de camino al ayuntamiento y visita al Saló de Cent.
Círculo del Liceo: Un Espacio Cultural Vital
Llegamos al Liceu para terminar nuestro recorrido, en el Círculo del Liceo, una institución elitista fundada hace más de 175 años, que ha evolucionado como un espacio cultural clave en Barcelona. Su relación con el teatro ha sido fundamental para su viabilidad a lo largo del tiempo. Recientemente celebró su aniversario con una cena gala a la que asistió el Rey Felipe VI.
Bajo la presidencia actual de Paco Gaviria, el club ha florecido como punto de encuentro cultural con más de mil socios activos. Las actividades incluyen conciertos, cursos musicales y coloquios sobre temas relevantes para la sociedad catalana. Nos detuvimos en la sala dedicada a Ramón Casa, donde doce pinturas modernistas decoran una preciosa sala. Algunos de sus lienzos tienen un gusto vanguardista, como el de una conductora nocturna conduciendo su coche.
A pesar del paso del tiempo y varios incendios históricos, el Círculo ha logrado preservar gran parte de su mobiliario original modernista. Esto incluye obras artísticas que forman parte integral del patrimonio cultural catalán. La conservación cuidadosa ha permitido mantener intactas las dependencias del club durante más de un siglo.
A medida que avanza hacia el futuro, el Círculo del Liceo continúa siendo un espacio poroso abierto al público varias veces al año para visitas comentadas. Esta apertura refleja su deseo por ser un lugar accesible donde todos puedan disfrutar del legado artístico que alberga.