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“SON LOS HUEVOS PASADOS POR AGUA… motivo eterno de discusión. El uno los quería casi crudos, y el otro los prefiere como piedras…”

lunes 02 de junio de 2025, 08:07h
Ingredientes ocultos
Ingredientes ocultos
Así empieza una de las magistrales recetas de cocina de Emilia Pardo Bazán (1851-1921) de su libro La cocina Española Antigua que continuó con La cocina moderna. Un éxito de ventas que relanzó su Biblioteca para la Mujer hasta ese momento abocada a la desilusión. Ella, una de las primeras feministas españolas que acuñó la frase “la mujer tiene destino propio más allá de formar o no familia”, explicó así al periodista cuando le preguntó el porqué de ese libro de recetas…

“Cuando yo fundé la Biblioteca de la Mujer era mi objeto difundir en España las obras del alto feminismo extranjero, La esclavitud femenina, de Stuart Mill, Mujer ante el socialismo, de Augusto Bedel. Eran aquellos los tiempos apostólicos de mi interés por la causa. He visto, sin género de duda, que aquí a nadie le preocupan gran cosa tales cuestiones, y a la mujer, aún menos. Aquí no hay sufragistas, ni mansas ni bravas. En vista de lo cual, y ya que no es útil hablar de derechos y adelantos femeninos, voy a tratar gratamente de cómo se prepara el escabeche de perdices y la bizcochada de almendra”. [1]

Efectivamente, fue un éxito de ventas y hoy día podemos disfrutar de sus sabrosas y divertidas recetas salpicadas de todo tipo de anécdotas como ésta de los huevos pasados por agua o sobre nuestro exquisito gazpacho: “El gazpacho es un plato nacional que sirve de alimento a infinidad de braceros. En otro tiempo se consideraba tan popular que en una mesa algo refinada no cabría presentarlo…”

Sobre libros y recetas de cocina, aquí desde mi sillón orejero, me viene a la mente el genial Manuel Vázquez Montalbán (1939-2003) gran escritor, además de ensayista y periodista, precursor de la novela negra española con estupendos títulos como Asesinato en el Comité Central. Su gran personaje el detective Pepe Carvalho, un gran cocinillas o gastrónomo diríamos ahora, nos deleita con sus sabrosas recetas mientras descubrimos un muerto o rastreamos una investigación. Diría que casi nos da pena averiguar la intriga pues nos quedamos huérfanos de sus escudellas, pero, afortunadamente, fue tal la importancia de su cocina que incluso se editaron Las recetas de Carvalho, posteriormente reeditadas como Carvalho Gourmet.

Y releo a la académica de la RAE Paloma Diaz-Mas con su libro El pan que como (Anagrama) que recomiendo por su interés, frescura y sencillez, aunando cocina, alimentos, recuerdos y literatura. No, no contiene recetas que copiar, pero sí estupendos apuntes sobre nuestra tradición y alimentación: “En las sociedades desarrolladas, a nadie se le ocurre ya alimentarse sobre todo de pan; y, sin embargo, eso es lo que hicieron durante siglos, milenios, nuestros antepasados…” Y continúa: “el pan no era solo un alimento, ni un elemento sagrado. Era también la expresión de un vínculo y de una protección”. Desde el Cantar de mío Cid, “tornados son a mío Cid los que comién so pan”, a Gonzalo Berceo en sus Milagros de Nuestra Señora, “Reina de los cielos, madre del pan de trigo…” pasando por El Quijote, cuyo Alonso Quijano come “olla de algo más vaca que carnero” que define su reconocimiento social, son muchas las anotaciones que nos deleitan con la palabra, como si la comiéramos con sencillez y glotonería.

En otro estilo diferente, termino con una última novela que acabo de recibir de María Pérez Herrero cuyo título me llamó la atención, Ingredientes Ocultos (firmará en la Feria del Libro de Madrid el miércoles 11 junio caseta 111 de 18:30 a 20 h. Editorial MdeMujer), pues efectivamente, ¿cuántas veces al recibir una receta de nuestra abuela nos quedamos con la duda de si no le faltará algún ingrediente oculto, tal vez el secreto de su éxito? Leo la trama donde tres mujeres se reúnen una vez al mes para cocinar. Entre intercambios de curiosas recetas, colombianas y españolas, pues una de ellas es colombiana, pasarán un año entre el chup chup y el vapor de esa olla de donde saldrán a relucir esos ingredientes ocultos que llevan en sus vidas. No todo es lo que parece, pero la sororidad entre ellas, escucharse y aceptarse, tenderá puentes y macerarán a fuego lento sus frustraciones. Los nombres de los capítulos ya nos dan una pista de las recetas encubiertas, y así leo “melancolía en un sancocho”, “ocaso en una compota”, o “adicción en un arroz atollado”. Serán doce meses que abren y cierran desengaños o esperanzas, destilando secretos, aunque no siempre serán entendidos. El pasado se presenta despiadadamente y una muerte inesperada descubrirá una realidad muy diferente.

Son muchos más los libros de Recetas novelados o no que pueden ser simples o complicadas, pero sin lugar a dudas ahora para empezar a cocinar vuelvo a Simone Ortega y sus 1080 Recetas de Cocina, un clásico que nunca defrauda.

P.D. Y si tienes algún ingrediente para aportar, ¡adelante!

NOTAS
[1] Carta al director de La Voz de Galicia, 8-7-1913. Emilia Pardo Bazán.

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