06/01/2025@07:07:00
La política es importante, esto nadie puede negarlo después de Aristóteles, como mínimo. El zoon politikón del filósofo peripatético sigue definiéndonos con plena vigencia y fidelidad. Sin embargo, desde hace unos años, en nuestro país todo es política y casi no queda espacio para nada más. Y esto ya no guarda relación ni proporción –lo decía Gomá en X a finales del fugitivo 2024- con las cuestiones vitales que verdaderamente marcan y determinan nuestra existencia. La política tal vez decide cuánto tardará en atendernos el médico o cuál es el programa de estudios de nuestros hijos (y claro que esto importa mucho) pero no nos sirve cuando se trata de dar –o no ser capaces de dar- sentido a nuestras vidas. Habría que notar, además, que para quien cuenta con un conocimiento no meramente superficial o anecdótico de la Historia, está bastante claro que vivimos precisamente en un lugar y en una época en la que la política nacional incide relativamente poco en nuestro destino personal.
Las Highlands y su conexión con la cultura
Llevar la cultura a las Highlands es todo un desafío. Adentrarse en esas remotas tierras altas es sumergirte y embelesarte de una belleza abrumadora, aunque también de aislamiento. Montañas majestuosas, lagos serenos y pequeños pueblos y aldeas desperdigados entre ciervos, flora y fauna conviviendo en un respeto absoluto dan vida a paisajes que invitan al asombro, pero también revelan las dificultades de vivir en áreas tan apartadas.
De nuevo, en el FCEC ha estallado otro torpedo corrupto. Esta vez, en las manos de una señora, hermana de unos linotipistas que pelecharon con los mercaderes del ahora Ministerio de las Culturas; esposa de Miguel Angel Manrique, uno de los avivatos de la zafra de “cronistas” hilvanados por la plagiaria Luz Mery Giraldo; íntimo camarada de Nahum Montt, el prestigiado antecesor, de Gabriela Rocca Barrenechea, en los latrocinios a la editorial creada por Daniel Cosío Villegas con los auspicios de Lázaro Cardenas. Todo, bajo el palio del impoluto Paco Ignacio Taibo II, director de FCEM, acusado de infinitas tropelías y saqueos continentales.
Aunque hemos llegado a niveles relevantes de tolerancia en muchos sectores de la sociedad, la convivencia en armonía parece, cada día, un sueño más lejano.
El 1º de diciembre de 1948, un sonido contundente resonó en el Cuartel Bellavista. Era el golpe de mazo que don José Figueres Ferrer daba sobre una de las almenas del edificio militar. Apenas habían transcurrido ocho meses desde que esas paredes fueron testigos mudos de fusilamientos, enfrentamientos y desencuentros entre militares oficiales y rebeldes.
Mahsa Amini era una joven como tantas otras: inquieta, alegre y deseosa de nuevas experiencias, de conocer la capital: Teherán, a donde viajó aquel 13 de Septiembre de 2022 en compañía de su hermano menor.
PLAZA DE GUIPUZCOA
Las cosas no son solo lo que parecen. Hay situaciones que pasan desapercibidas y tienen una carga de profundidad importante. Angie Rigueiro es una periodista de deportes de Antena 3, que, con una desinhibición innata ha renovado la estética de la cadena.
Cuando tu pensamiento no lo gestionas tú porque crees más en el de otro, eres esclavo del otro.
(Cita del autor)
Entiendo, y quiero entender, que todo el mundo puede opinar de cualquier cosa. Otra cuestión es que esa opinión tenga consistencia, esté bien argumentada, incluso, documentada y, consecuentemente, sea objetiva. Por tanto: 1º La opinión es un derecho, 2º la opinión no es una verdad objetiva, 3º la opinión debe fraguarse mediante el procesamiento cognitivo del sujeto expresado en el pensar, 4º la inteligencia y el razonamiento de los seres humanos les lleva a todos a la facultad de pensar y el pensamiento ya es, de por sí, la forma más razonable de fraguar opinión.
FIRMA INVITADA
Por Eva Losada Casanova
Cuando hablo de la intencionalidad de la escritura, mi memoria regresa una y otra vez, como niño hambriento, a uno de los grandes personajes del escritor madrileño Luis Landero. Recuerdo como, a lo largo de la lectura de El guitarrista, este personaje se pasea por los rincones de su vida exclamando a los cuatro vientos que está escribiendo una novela, lo hace con una mezcla de altanería y desasosiego. ¡La novela del eterno novelista! Aquella que no solo nunca se acaba sino que comienza cien veces, quizá mil. La edad temprana es ese campo de cultivo en el que la romántica idea de ser escritores va y viene como una cometa. Colorida y libre. Queda muy bien hacer volar nuestra cometa mientras compartimos unas tapas en un bar o bajo un hipnótico y peligroso cielo estrellado. El problema es que llega un momento en el que ese trozo de tela se hace pequeño en un cielo limpio y azul o bien cae en picado y descompuesto a nuestros pies.
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«Oh dulce España, patria querida», Miguel de Cervantes Saavedra
El benemérito historiador malagueño Juan Luis Sánchez Martín, padre de la genealogía de los victoriosos Tercios españoles (1534-1704), que hicieron brillar The Royal Crown of Spain de Friedensfürst, redescubrió el documento del padre de «el Divino» y halló las nuevas perlas documentales aldanianas que corrigen la biografía del Maestre de campo del rey Sebastián I de Portugal (1554-1578), Francisco de Aldana (ca. 1537-1578), y legitiman definidamente que el «Amabile Confuso» no era hijo del capitán de infantería y alcaide de Manfredonia, Antonio Villela de Aldana (ca. 1505-1561), natural de Alcántara, como lo puso erróneamente en circulación el profesor estadounidense Elías L. Rivers.
Últimamente está de moda bautizar a las estaciones de ferrocarril con nombres de personajes más o menos ilustres. Así, la de Valencia recuerda a Joaquín Sorolla, la de Málaga a María Zambrano y la de Atocha en Madrid a Almudena Grandes. El abulense Antonio Sierra -antiguo director del Instituto Cultural de Dublín y agregado cultural de la Embajada en Irlanda- ha propuesto al Ayuntamiento de Ávila que den a la estación de la ciudad el nombre señero de Teresa de Jesús. Me parece una propuesta acertada que apoyo en la medida de mis limitadas fuerzas, ya que hay precedentes Si la estación de Sevilla se honra con los nombres de sus santas patronas Justa y Rufina, Teresa tiene méritos más que sobrados para ceder su santo nombre a la estación de su ciudad natal.
PLAZA DE GUIPÚZCOA
Sin entrar en detalles, diré que tengo un amigo en el otro lado de la trinchera ideológica. Y aquí, en el país vasco, eso es mucho decir. No seas gafe, tío. Hemos evolucionado creando sinergias. Discrepamos o confraternizamos sin prejuicios con todo tipo de amigos. ¿Somos o no somos demócratas? Pues eso.
«Oh dulce España, patria querida», Miguel de Cervantes Saavedra
El distinguido investigador Gervasio di Cesare, autor del excelente libro Historia y genealogía de los Lazarraga (Bilbao, 2013), miembro de la Asociación de Cervantistas de Sevilla y de la Sociedad de Cervantistas de Esquivias, descubrió tres nuevos documentos, localizados en el Archivo General de Simancas en Valladolid, sobre la estancia de Miguel de Cervantes Saavedra en las localidades cordobesas de Baena y Santaella.
La ciudad vieja de Estocolmo está rodeada por edificios antiguos, canales de agua, puentes, iglesias; y da la impresión que las piedras han memorizado el paso de los siglos. En este sector se encuentra una mansión, construida en el siglo XVIII, que respira historia y humanidad. Me refiero al Museo del Premio Nobel que se inauguró en el 2001 para conmemorar el centenario de los Premios Nobel. En su interior late la esencia de las mentes más lúcidas que han revolucionado el mundo con su creatividad.
Presencia vasca en Córdoba la hay al menos desde que cinco mujeres de ascendencia navarra se coronaron como sultanas, allá por los tiempos del Califato. Nosotros nos acercamos con una embajada más discreta: conmemorar el 150º aniversario de un pintor inconfundible, tanto más inclasificable, como Julio Romero de Torres. Santo laico en Córdoba, cuya devoción se sujeta a su adscripción más conocida. El que pintó a la mujer morena, “con los ojos de misterio y el alma llena de pena”. En esa dualidad está la clave de algo más grande. Trasciende su pintura, aparentemente folclórica, exquisita en fondo y forma, conectada a las vanguardias europeas, siempre con la mujer como epicentro de su secreta simbología.
Permítasenos comenzar este esbozo de ideas con una apostilla de orden personal: hace ya algunos años, el poeta y amigo Daniel Muxica (de quien ya habrá oportunidad de profundizar en su obra como se merece) tuvo la generosidad –un rasgo constitutivo de su persona y que se mantuvo inalterable hasta el fin de sus días- de acercarme un verso de Hölderlin que yo desconocía (huelga aclarar: como tantos versos, materias y autores que ignoro) y hacerme saber su procedencia. De hecho, uno de sus poemas (el que lleva por título "Nostalgia”, perteneciente al libro El poder de la música, Stephen & Bloom, Buenos Aires, 1983, 60 páginas) lleva ese verso como epígrafe: “Quizás el rey Edipo tenga un ojo de más”. La perplejidad –la fecunda perplejidad- se instala en el ánimo de quienquiera indague en el sentido de tal verso: ¿cómo es posible que Edipo, cegado por propia mano y desbordante culpa, ostente, aun así, un ojo de más, un ojo suplementario, un ojo con el que ve un horizonte que trasciende la mirada de los simples mortales? El presente borrador es un intento que aspira –sólo aspira- a responder a tamaño interrogante.
FIRMA INVITADA
Por Margarita Melgar, autora de "El verano de nunca acabar"
A la gente le extraña muchísimo que Margarita Melgar seamos dos (Ana Sanz-Magallón y Montse Ganges), y que escribamos novelas. También escribimos guiones, pero esto no sorprende tanto: como espectadores ya sabemos que las películas son cosa de muchos. Pero como lectores, seguimos esperando que el autor sea esa Sherezade que se sienta a nuestro lado para susurrarnos solo a nosotros una historia, así que una novela escrita a cuatro manos suscita más preguntas. Por lo menos dos: cómo y por qué.
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