Hubo una época en que España se buscaba a tientas entre Ortega y Gasset y los Gómez Ortega, Rafael y José. Y la entraña histórica de nuestra contemporaneidad se retrataba en el ABC y se definía sin apenas matices a través de un triunvirato socioeconómico desigual: un rey, un obispo y un maletilla con un hatillo que iba por esos campos de Dios y del señorito formando terna con la luna y el relente.
Alguna vez, a propósito de la obra del eximio poeta argentino Luis Benítez, hemos comentado (roguemos se nos disculpe recaer en la descortesía de la autorreferencia) el concepto de aquello que podríamos definir como “poesía ontológica” o “trascendente”. En al ámbito argentino se podrían citar los nombres, sin demasiado margen de discusión, de Antonio Porchia, Alberto Boco, Alberto Girri, Roberto Juarroz y, por cierto y con entera justicia, Luis Benítez. Hijos de la ira (1944), del español Dámaso Alonso, es un ejemplo acendrado y difícil de igualar.
“Cuanto más visito la India nunca dejará de sorprenderme...”
Estas palabras del periodista catalán Alberto Oliveras son las que parece haber escuchado el periodista Jordi Baños cuando se puso a escribir sobre su experiencia durante diez años en este gran coloso. Baños no ha sido sólo un corresponsal pues también ha traducido al catalán dos libros clásicos de la India y ha publicado tres libros de poesía.
La Rectoría de la Universidad de Costa Rica (UCR) tomó la decisión de realizar, el día 21 de julio de 2025, el conversatorio “Lectura, pensamiento crítico y democracia” con Irene Vallejo, autora de su libro más emblemático, El infinito en un junco, y la pregunta que me surge es la siguiente: ¿cuáles son los libros de la señora Vallejo que abordan los problemas de la democracia, la crisis de las instituciones, el destronamiento de la verdad, el surgimiento de los populismos y de los autoritarismos en las sociedades contemporáneas? Planteo interrogantes como un ciudadano comprometido con la rendición de cuentas de los fondos públicos del país y con el estado de nuestra democracia.
“La paz no es simplemente la ausencia de guerra. La paz es la creación de condiciones justas de vida para todos.”
Federico Mayor Zaragoza, Delito de Silencio (2006)
Mientras las bombas caen sobre instalaciones civiles en Irán, Gaza o Siria, mientras los drones son activados a distancia desde oficinas con aire acondicionado en Washington o Tel Aviv, y mientras las víctimas—la mayoría civiles, mujeres y niños—son borradas del mapa y de la conciencia colectiva, nos enfrentamos no solo a una guerra, sino al fracaso total de la arquitectura internacional de la paz.
DESDE MI SILLÓN OREJERO
… escucho la ópera Becqueriana de María Rodrigo (Madrid, 1888- San Juan de Puerto Rico, 1967) a la vez que releo las emotivas Rimas de Gustavo Adolfo Bécquer (1836- 1870) de nuestro gran poeta romántico sevillano.
PLAZA DE GUIPÚZCOA
En Internet se venden camisetas con frases de Antonio Escohotado. Me voy a comprar la que dice “El mundo progresa mientras los políticos duermen”. Algodón cien por cien, manga corta, cuello pico o caja, 26 euros.
FIRMA INVITADA
Por Eva Losada Casanova
Cuando hablo de la intencionalidad de la escritura, mi memoria regresa una y otra vez, como niño hambriento, a uno de los grandes personajes del escritor madrileño Luis Landero. Recuerdo como, a lo largo de la lectura de El guitarrista, este personaje se pasea por los rincones de su vida exclamando a los cuatro vientos que está escribiendo una novela, lo hace con una mezcla de altanería y desasosiego. ¡La novela del eterno novelista! Aquella que no solo nunca se acaba sino que comienza cien veces, quizá mil. La edad temprana es ese campo de cultivo en el que la romántica idea de ser escritores va y viene como una cometa. Colorida y libre. Queda muy bien hacer volar nuestra cometa mientras compartimos unas tapas en un bar o bajo un hipnótico y peligroso cielo estrellado. El problema es que llega un momento en el que ese trozo de tela se hace pequeño en un cielo limpio y azul o bien cae en picado y descompuesto a nuestros pies.
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PLAZA DE GUIPÚZCOA
No me voy a poner estupenda hablando de honor, dignidad o respeto. Ni de coña, tío. Es verano y con la que está cayendo, nadie se lo creería. Hablo de escotes y todas las mujeres sabemos lo que es un escote “palabra de honor”.
(Cómo ensartar refranes en boca de don Quijote)
Esto diciendo, se entró por medio del escuadrón de las ovejas y comenzó de alanceallas con tanto coraje y denuedo como si de veras alanceara a sus mortales enemigos. Los pastores y ganaderos que con la manada venían dábanle voces que no hiciese aquello; pero, viendo que no aprovechaban, desciñéronse las hondas y comenzaron a saludalle los oídos con piedras como el puño.
PLAZA DE GUIPÚZCOA
Dicen que hay cosas que es mejor no probar. Tampoco te creas todo lo que dicen. Mira Santos Cerdán, un hombre posibilista que en su trayectoria vital lo ha probado todo y ahora hace de la necesidad, virtud.
Al simular el otro día que se masturbaba con un crucifijo en una iglesia, Ane Lindane vino a sintetizar, grosera y grotescamente, las dos obsesiones que han marcado dramáticamente mi vida; las mismas que abrumaron a San Agustín y, en tiempos mucho más recientes, a Woody Allen, un ateo de carácter obviamente religioso. Como para ellos –y creo que puedo jactarme de encontrarme en tan conspicua compañía- el sexo y la religión han constituido desde el principio el núcleo de mi personalidad y de mi biografía, los dos planetas gigantes que conforman el campo gravitatorio en el que me muevo, con esfuerzo, y del que nunca podré escapar. Sería subestimar la perspicacia del lector precisar aquí que tener o no tener fe, como mantener o dejar de mantener relaciones sexuales, son cuestiones muy distintas de estar obsesionado con esos dos factores que polarizan nuestra naturaleza humana.
El siglo diecinueve terminó con la pérdida de las últimas colonias de ultramar: Puerto Rico, Cuba (con el hundimiento del acorazado Maine que sirvió de casus belli para el inicio de la guerra hispano-estadounidense) y Filipinas (con el asedio y resistencia valerosa en la iglesia del pueblo de Baler durante 337 días). El Desastre del 98 puso de manifiesto el problema nacional. La clase política y la sociedad entraron en un estado de desencanto y frustración.
Asistí en Málaga a una actividad cultural muy interesante la semana pasada. En estos tiempos en que muchos miran recelosos cualquier iniciativa que los saque de su propio mundo pequeño y exclusivo, resulta gratificante ver a un grupo grande de personas compartiendo una actividad de forma desinteresada sin preocuparse del tiempo ni alarmarse por el uso de distintas lenguas. Me refiero en esta ocasión a la celebración en Málaga de la fiesta del Bloomsday, que, después de cinco años teniendo como escenario el Balneario de Los Baños del Carmen, este 2025 acaba de tener lugar en el interior del pub irlandés Morrisey’s, en el centro de la ciudad.
“Me observé en el reflejo del agua sonámbula; mis ojos esmeraldas reflejaban mi alma taciturna y, sin más, caí en las profundidades del...”
FIRMA INVITADA
Por Margarita Melgar, autora de "El verano de nunca acabar"
A la gente le extraña muchísimo que Margarita Melgar seamos dos (Ana Sanz-Magallón y Montse Ganges), y que escribamos novelas. También escribimos guiones, pero esto no sorprende tanto: como espectadores ya sabemos que las películas son cosa de muchos. Pero como lectores, seguimos esperando que el autor sea esa Sherezade que se sienta a nuestro lado para susurrarnos solo a nosotros una historia, así que una novela escrita a cuatro manos suscita más preguntas. Por lo menos dos: cómo y por qué.
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